Hacia fines de julio de este año
realizamos la cuarta versión del curso “herramientas de liderazgo y coaching”
en La Serena, ciudad donde resido. Como solemos hacerlo escribimos un post previo al curso para que
quienes estuvieran interesados en participar tuvieran alguna noción acerca de
los propósitos que nos inspiran.
Ya hemos establecido la fecha del
próximo curso, el que realizaremos los días 13 y 14 de enero de 2017. Esta vez
haremos una innovación ya que se incorporará como relator de un módulo mi amigo
Marcelo Machuca, psicólogo organizacional argentino, con quien hemos establecido una bonita amistad
y quien además nos invitó en el invierno pasado a La Rioja a trabajar sobre
gestión del conocimiento.
El programa incluirá los siguientes temas, con distinciones conceptuales, prácticas y herramientas:
Hace tiempo ya sostenemos una distinción entre jefatura y liderazgo, la que he desarrollado ampliamente en este post. Cuando hablamos de jefatura, hablamos de una posición en la estructura organizacional, es decir, un puesto en el organigrama, nodos donde se coordina la acción, se supervisa el trabajo de otros y se mantiene alineado acciones y propósito estratégico. Cuando se habla de jefatura se habla fundamentalmente de poder, de atribuciones, no de liderazgo. Por otro lado, cuando hablamos de liderazgo nos referimos a un fenómeno que emerge de manera espontánea en cualquier grupo humano, fenómeno relacionado con la conducción y dirección del grupo. El liderazgo entonces se relaciona con visión, autoridad e influencia, temas que desarrollan de un modo u otro las diversas teorías.
Objetivo General: Aprender herramientas para desarrollarse a sí mismo como líder o
asesorar a otros en dicho proceso, para favorecer el aprendizaje y así
contribuir al logro de las metas personales y organizacionales.
1.- Liderazgo y Jefatura.
- Concepto de
jefatura, gerencia, dirección
- Concepto de
liderazgo: visión, influencia, autoridad.
- Perspectiva de
Heifetz. Liderar con autoridad.
- Competencias
genéricas y técnicas.
- Coaching: ventana
de Johari, modelo OSAR (Echeverría)
2.- Autoliderazgo.
- Concepto.
- MBTI.
- Eneagrama
(aplicado al liderazgo según Lepid Bogda)
3.- Liderazgo situacional (según Blanchard)
- Diagnóstico
madurez de los colaboradores.
- Competencia y
motivación.
- Flexibilidad de
estilos.
- Dirigir, entrenar,
apoyar, delegar.
- Alianza para el
desempeño.
4.- Liderazgo y efectividad.
- Enfoque
conversacional de las organizaciones.
- Conversaciones de
posibilidad y de coordinación.
- Ciclo petición,
ofertas, promesas.
- Efectividad,
confianza y reputación.
- Perspectiva de Flores
y Echeverría.
5.- Liderazgo e inteligencia emocional.
- Inteligencia
emocional, Goleman.
- Emociones.
- Estados de ánimo.
- Liderazgo
resonante, Boyatzis.
6.- Trabajo colaborativo.
- Etapas de la
madurez de los equipos.
- Medición del
desarrollo grupal.
- Reuniones y toma
de decisiones.
7.- Retroalimentación y reconocimiento.
- Conceptos
fundamentales.
- Prácticas de
retroalimentación y reconocimiento.
8.- Liderazgo y cambio organizacional.
- Cambio
organizacional.
- Modelos de cambio. Senge, Kotter.
- Modelos de cambio. Senge, Kotter.
Hace tiempo ya sostenemos una distinción entre jefatura y liderazgo, la que he desarrollado ampliamente en este post. Cuando hablamos de jefatura, hablamos de una posición en la estructura organizacional, es decir, un puesto en el organigrama, nodos donde se coordina la acción, se supervisa el trabajo de otros y se mantiene alineado acciones y propósito estratégico. Cuando se habla de jefatura se habla fundamentalmente de poder, de atribuciones, no de liderazgo. Por otro lado, cuando hablamos de liderazgo nos referimos a un fenómeno que emerge de manera espontánea en cualquier grupo humano, fenómeno relacionado con la conducción y dirección del grupo. El liderazgo entonces se relaciona con visión, autoridad e influencia, temas que desarrollan de un modo u otro las diversas teorías.
Creo que en la actualidad, dados los múltiples
cambios que han ocurrido en el modo de trabajar y en el modo de vivir, conducir un grupo
humano, en el contexto organizacional, basado sólo en el poder que da el ser
nombrado en un cargo es insuficiente y poco poderoso, por lo que quienes se
desempeñan como jefaturas requieren incorporar, con urgencia, otras
competencias, en sentido amplio, de liderazgo o de habilidades directivas.
Por ello que directivos de
instituciones públicas y privadas, así como consultores que provienen de
distintas profesiones buscan enfoques, modelos y prácticas que les permitan
adquirir mayores competencias o ayudar a sus clientes a adquirirlas. El
coaching es un enfoque o modelo, que permite mirar estos fenómenos y
enfrentarse a ellos con mayor fluidez y flexibilidad.
Varios autores nos inspiran en las
reflexiones que guían nuestro trabajo. Sin ser exhaustivos algunos de ellos
son:
Fernando Flores sostiene en sus
trabajos iniciales que las organizaciones son redes de conversaciones, (ver post), donde lo importante son
los compromisos que adquieren las personas al hablar. Por ello que las
competencias conversacionales son fundamentales a la hora de pensar
estratégicamente e interactuar con personas. A partir de los trabajos de Flores
y de Rafael Echeverría, sobre el poder de las
conversaciones nos enfocamos de manera particular en gestión de promesas o
coordinación de acción.
Ken Blanchard, (post 1) (post 2), sostiene que el
liderazgo puede ser mirado como un fenómeno que ocurre a distintos niveles:
autoliderazgo, liderazgo uno a uno, liderazgo de equipos y liderazgo
organizacional. Además desarrolla su enfoque de liderazgo situacional, el que
plantea la importancia que un líder actúe con flexibilidad en la relación con
sus colaboradores, utilizando distintos estilos de liderazgo acorde a la
madurez de sus colaboradores.
A partir de la distinción de
Blanchard, profundizamos en el autoliderazgo, por la vía de conocerse mejor y
evaluar fortalezas y debilidades. Para ello, consideramos los aportes de Myers Briggs, Kolb y el enfoque de eneagrama desarrollado por Lepid
Bogda.
También a partir de la distinción de
Blanchard, en relación al liderazgo uno a uno profundizamos en la distinción
“retroalimentación”, utilizando para ello los planteamientos desarrollados por Kouzes y Posner.
Ronald Heifetz relaciona de un modo
especialmente original liderazgo y aprendizaje, señalando que los grupos
humanos enfrentan desafíos tanto técnicos como adaptativos. Los primeros,
aquellos que tienen un modo ya estandarizado de solución donde el directivo
debe decir que hacer, los segundos aquellos que implican nuevas rutinas,
cambios de prácticas o de valores, que desafían a los líderes no a decirle al
grupo que hacer, sino que a devolverle el trabajo a las personas para que
aprendan y se adapten a desafíos emergentes.
Peter Senge, precave contra el
liderazgo entendido de manera heroica, donde una persona aparece como “salvadora”
del grupo frente a los desafíos, imposibilitando que este aprenda y se haga
cargo de sus retos. En este sentido, el aprendizaje de un líder es generar
procesos de cambio que se anclen en la cultura organizacional. Para ello, el
trabajo de Kotter resulta especialmente
pertinente, ya que en sus reflexiones sobre liderazgo y cambio se concentra en
los errores que se cometen y, por lo tanto, en las buenas prácticas a tener en
cuenta para llevar a cabo procesos de cambio sostenibles.
Una de las dimensiones que nos gusta
abordar es la relación entre liderazgo y mundo emocional. Para ello Daniel Goleman, en sus trabajos
iniciales expone los principios de la inteligencia emocional y luego, junto a
Boyatzis (post 1) (post 2) presentan una
teorización acerca del impacto de las emociones en el liderazgo y una distinción
entre estilos de liderazgo resonantes y disonantes.
Muchos otros autores nos inspiran con
sus reflexiones acerca del tema. Constantemente estamos leyendo y buscando
aprender modelos, distinciones, ejemplos, enfoques y prácticas.
Nuestra intención es honrar a
aquellos que han inventado y creado distinciones aplicables al campo, algo que
consideramos no es habitual ya sea por ignorancia de las fuentes o por una
apropiación mal entendida. Dicho ello, el curso tiene un enfoque metodológico
que hemos ido desarrollando a partir de nuestra experiencia en capacitación,
distinciones – prácticas (como juegos, ejercicios, dinámicas, estudios de
casos) y reflexión para integrar lo visto y transferirlo a la vida laboral.
Queremos evitar dos extremos, los cursos cargados de teoría aburrida o los
cursos anecdóticos por exceso de juegos y dinámicas.
Nos sentimos orgullosos que los
participantes de versiones anteriores evalúan positivamente el curso, a los
directivos les otorga muchos recursos nuevos, a los consultores les da nuevas
herramientas. Entendemos que mucha gente busca certificaciones, lo que tiene su
debida importancia, sin embargo, valoramos más que los participantes juzguen
que el curso les es útil al certificado que se puedan llevar.
No es un curso para aprender a hacer
coaching, para ello hay programas de formación mucho más enfocados en aquello.
Es un curso de herramientas de liderazgo que se apoya en algunas distinciones
de los modelos de coaching para alcanzar mayor efectividad.