Hace unos días las noticias daban
cuenta de una reunión en la Casa Blanca entre el presidente de Ucrania,
Volodimir Zelensky con el presidente y el vicepresidente de EEUU, Donald Trump
y J.D. Vance. La reunión tenía por objetivo discutir la firma de un acuerdo
para que Estados Unidos participara en la explotación de los minerales valiosos
que tiene Ucrania, como contraprestación por el apoyo que Washington le ha
prestado a ese país desde la invasión rusa de 2022. La noticia se puede leer
completa en https://www.bbc.com/mundo/articles/clyd11np8p7o
No es mi intención discutir de
geopolítica en este artículo, donde participa EEUU, Europa, Rusia, Ucrania,
China. Tampoco es juzgar el comportamiento ni de Trump ni de Zelensky. Me
interesa hablar de juegos de poder. Ya que yo interpreto que lo que ocurrió en
esa reunión fue un juego de poder, concretamente, un juego que Claude Steiner
llama “intimidación”.
He hablado de poder y juegos de
poder en este blog. Es un tema que me interesa mucho, ya que creo que la vida
humana está llena de juegos de poder y la vida organizacional en particular
también. Y que quienes trabajamos en organizaciones como ejecutivos,
profesionales o consultores de todo tipo tenemos que ser capaces de observar
los juegos de poder y, no jugarlos, pero si ser capaces de leerlos, sobre todo,
cuando estamos involucrados en alguno de ellos.
Como decía, he escrito sobre el
tema del poder anteriormente en este blog: “Relaciones de poder en la
oficina”
“El poder en las
organizaciones”, “las relaciones y los
juegos de poder”, etc.
Por supuesto que el poder tiene
muchas definiciones. Steiner señala que el poder es la “capacidad de crear
cambios frente a la resistencia” y opuestamente es la “capacidad de resistencia
al cambio”. A partir de esta definición señala que los juegos de poder son “transacciones
que usamos para conseguir lo que deseamos cuando esperamos resistencia de la
otra persona” y, de modo opuesto los juegos de poder pasivos son “las
transacciones que usamos cuando queremos resistir los deseos de otros”
Si queremos algo de otra persona
podríamos simplemente pedirlo y aceptar la posibilidad que nos digan que sí o que
nos digan que no. Un juego de poder aparece cuando esperamos resistencia frente
a nuestra petición y, en vista de aquello, iniciamos una maniobra porque
creemos que una aproximación directa no sirve.
A veces se utilizan juegos de
poder cuando no son necesarios ya que la otra persona podría estar dispuesta a
cooperar y dejarnos obtener aquello que queremos. Juego de poder = Abuso de
poder.
A partir de esto Steiner realiza
una clasificación de los juegos de poder:
Hay dos formas de poder de
control: físico y psicológico. Cada una puede ser expresada tanto burda como
sutilmente. Dado ello, hay cuatro tipos de juegos de poder:
I.- Burdo físico. Estos son
juegos de poder obvios a simple vista.
II.- Sutil físico. No son visibles
tan fácilmente y son más difíciles de describir que los anteriores. También
dependen de medios físicos. Cuando uno está sujeto a un juego de poder sutil
físico puede que no esté alerta sobre que se está haciendo para provocar
nuestra sumisión.
III.- Burdo psicológico. Estos
juegos funcionan porque estamos entrenados para obedecer desde la infancia. Son
mucho más cotidianos. Un juego burdo psicológico incluye miradas y tonos de
voz, insultos, mentiras, gesticulación, interrupciones, ignorar o murmurar.
IV.- Sutil psicológico. Estos
juegos incluyen mentiras hábiles, mentiras por omisión, gestos casi desapercibidos,
humor sarcástico, etc.
Los juegos de poder tienden a
escalar desde lo sutil a lo burdo y desde lo psicológico a lo físico. Se juegan
en sucesión con el propósito de ganar y escalan hasta que alguno de los jugadores
se rinda. Es raro, según el autor, que una vez que comienza el flujo
competitivo que una o ambas partes pare y rehúse continuar.
A partir de esto, el autor
propone una interesante clasificación de juegos de poder psicológicos: (1) todo
o nada o juegos de poder de la escasez, (2) juegos de poder de la intimidación,
(3) juegos de poder de las mentiras y (4) juegos de poder pasivos.
Una vez identificado un juego de poder, podría pensarse que no tenemos alternativa, sin embargo, el autor expone varias maneras de responderlos
Escalada. Se trata de reaccionar a un juego de poder con otro mayor. Esta es una estrategia de mal pronóstico ya que, si cada juego es seguido por otro mayor, puede continuar sin parar y sólo termina cuando uno de los jugadores se somete o es asesinado.
Sumisión. Consiste en someterse y seguir los deseos de otra persona. También es una estrategia fallida, aunque en ocasiones puede evitar enfrentamientos innecesarios.
Antítesis. Se trata de usar un procedimiento táctico para neutralizar un juego de poder. El autor sugiere algunos para el juego “todo o nada”.
Cooperación. Se trata de encontrar un terreno común de necesidades que ambas partes puedan satisfacer. La respuesta cooperativa incluye tres partes: (a) una descripción del comportamiento implicado en el juego de poder, dando una descripción de la maniobra de poder que se está usando, b) autoexamen de los sentimientos generados por el juego, admitimos abiertamente las emociones generadas al recibir el juego, rabia – tristeza – temor – desesperanza y c) una propuesta creativa, una solución creativa, una propuesta de negociación ganar – ganar.
Por supuesto que de todas las alternativas
planteadas la cooperación es la que a mí me parece preferible para generar
relaciones sostenibles y de largo plazo.
Volviendo al inicio de este post,
no creo que Zelenzky tuviera algún problema ni déficit de habilidades
comunicacionales, al contrario, viendo como se ha comportado durante la
invasión rusa, liderando a su país, creo que se ha comunicado muy bien. Soy de
la opinión que lo que vivió fue un juego de poder de “intimidación”, del que no
sé si salió muy airoso, ya que al menos en la entrevista se le ve muy
descolocado. Bueno, no debe ser fácil ir a negociar con el presidente de EEUU y
su equipo, más con Trump que parece que es bueno para jugar juegos de poder.
En qué consiste el juego “intimidación”,
es un juego que manipula el temor a la violencia. En el caso de los juegos
burdos – físicos puede ser efectivamente una manifestación física de violencia,
como cuando un hombre amenaza con agredir a una mujer si no hace algo. También
puede ser un juego psicológico – sutil, donde de manera conversacional se avisa
a la otra parte de la posibilidad de usar la violencia y recibir daño si no se
accede a lo solicitado.
Puede haber muchos juegos de intimidación,
tales como: interrupciones, hablar rápido, levantar la voz, inflexiones
amenazantes, gesticular, gritar, usar palabras fuertes o incluso insultos.
Otras formas también pueden ser decir “estás bromeando”, o en desacreditar las
fuentes.
Bueno, cuando hacemos coaching
ejecutivo, es muy frecuente conversar con el coachee sobre juegos de poder, ya
que las organizaciones están llenas de juegos de poder. No soy de la idea que
haya que estimular el jugar juegos de poder, creo que le hacen grandes daños a
las relaciones jefatura – colaborador, así como a otras relaciones papá – hijo,
marido – mujer, etc. Sin embargo, hay que aprender a observarlos y tener una
estrategia para actuar en su presencia.
Espero te sirva este artículo y
te animes a leer el libro.