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domingo, 17 de mayo de 2020

Uno siempre cambia al amor de su vida (por otro amor o por otra vida) Amalia Andrade




Me he reído con este libro ya que en su forma está lleno de dibujos, citas, canciones e ironía. Pero, no hay que perderse con la forma, pues en el fondo expresa algunas ideas de gran profundidad.

Cuando se tiene una pérdida afectiva importante, como el rompimiento de una relación de pareja es esperable un duelo por la pérdida y la “vivencia subjetiva” que nunca se va a encontrar otra persona igual que aquella que se perdió. El duelo será más o menos profundo dependiendo de lo significativo que haya sido la relación.

Creo que este dolor es mucho más profundo y ese es el caso de la autora del libro ya que alude a “un amor que no acabé yo, que no se me acabó” con todas las concomitancia del amor no correspondido. Por eso que los capítulos hablan del duelo, de la tristeza, de  la depresión, de la rabia y de la reinvención.

Permítaseme salir de lo anecdótico de la historia para efectuar algunas reflexiones más profundas a partir de las ideas que nos propone Amalia.

Los seres humanos somos complejos y vivimos en espacios emocionales. Estos son espacios fundamentales para cada uno y muchas veces el sentido de la vida se juega más en lo emocional que en otros dominios. En este tiempo de pandemia no me cabe duda que los temas afectivos como la cercanía con la familia, la pareja, los hijos, los padres se han vuelto un tema fundamental, positivo para aquellos que viven cerca de aquellos y que tienen buenas relaciones y duro para aquellos que sufren la lejanía o que tienen relaciones dificultosas y que el encierro y la cuarentena no hacen más que exacerbar.

Anoche veía en netflix una película que me recomendó un alumno, “el vendedor de sueños”, donde precisamente el protagonista quiere suicidarse por la mala relación que tiene con su hijo y el otro protagonista es un mendigo, quien precisamente destaca los temas emocionales, lo invita a conversar sobre aquello.

En esta misma película el mendigo le propone al protagonista que en vez de suicidarse “ponga una coma” en su historia y le agregue otros contenidos. Vivimos en mundos narrativos, en mundos de historias y dependiendo de qué historias contamos es como nos vivimos la vida.

Cuando enfrentamos experiencias de pérdida es esperable que nos enfrentemos a duelos. Un duelo honra la pérdida que se ha tenido, porque demuestra que aquello que se fue era valioso, importante. Creo que vivimos en una época histórica en que se espanta la tristeza, sobre todo aquellas tristezas existenciales, que no necesitan fármacos ni posiblemente psicoterapia, sino que requieren humanidad, contención y elaboración.

En relación al título del libro hay dos ideas más que me resultan interesantes: por otro amor y por otra vida.

“Por otro amor”, los seres humanos tenemos la gran capacidad de vincularnos, por lo que siempre cabe la posibilidad luego de tener una pérdida de volver a establecer vínculos afectivos profundos e importantes. Y ello en ningún caso implica traicionar o deshonrar el vínculo que se tuvo en primer lugar. Más allá de la pareja, ello implica hacer nuevos amigos, encontrar otra pareja, familiarizare con un nuevo trabajo.

“Por otra vida”, con ello creo que podemos hablar de un término que hoy está de moda, reinventarse. Siempre podemos tomar decisiones que nos lleven a vivir otras vidas, donde seamos más felices, más plenos, estemos más conectados. No siempre es fácil evidentemente, pero muchas veces las personas nos quedamos en la resignación, cómodos con la incomodidad, sin atrevernos a correr el riesgo de hacer algo distinto.

Y, reinventarse hoy es más necesario que nunca, especialmente en estos tiempos de pandemia, pero no exclusivamente por ello. La vida es más larga, somos más educados, contamos con más tecnología, el mundo es más grande. ¿Y si la vida que estoy llevando no me tiene contento?, porque no soñar con algo distinto y dar los pasos para materializarlo.

Creo que ello tampoco es traición a nada. Perseverar cuando no se tienen los resultados que se quieren es una mala idea. Sostener que uno no ha cambiado ningún valor, creencia, idea o filosofía en 50 años más que meritorio me parece triste. La vida es dinámica y cambiar para adaptarse a los tiempos no solo es importante para la supervivencia también lo es para construir una vida más plena.

miércoles, 22 de mayo de 2019

Alejandro Melamed y Fabian Jalife. Diseña tu cambio (estrategias para reinventar tu vida profesional).



Reinventarse cuando se ha pasado por una crisis personal o profesional o cuando el mundo ya no es lo que era y necesitamos adaptarnos a un contexto diferente, dado el cambio tecnológico, el cambio de costumbres o las meras circunstancias de la vida. Esa es la propuesta que hace en su trabajo Alejandro y Fabián.

Una circunstancia particular hace que este tema se vuelva más relevante y es la “mediana edad”. Según los autores, Elliot Jacques acuño este concepto a los 48 años para referirse a una suerte de crisis que se produce en torno a los 50 años, la que algunos viven con mucha intensidad y otros sin mayor tensión. También es cierto que cuando la esperanza de vida rondaba los 50 no quedaba mucho tiempo para la crisis y hoy que se ha prolongado la vida se vive de otra manera.

Se trata de tomar decisiones y actuar como protagonistas en la vida, no esperar que otros tomen decisiones por nosotros, ni pasar como víctimas, que sufren y culpabilizan a los demás, quedándose en la comodidad de no hacer nada y sentirse buenos e indefensos.

Según los autores, la mejor interpretación es que no se trata de una crisis, sino que de la “gran oportunidad de la mediana edad”, donde no está tan claro que haya una declinación ni física ni de potencialidades sino que al contrario, está lleno de opciones y posibilidades, donde se puede generar una nueva visión “superadora de los padeceres juveniles más centrados en encontrar un lugar en el mundo y poder sentirse capaz de desarrollarlo y sostenerlo”, “es una oportunidad de poder reposicionarse en la manera de vivir hacia una experiencia más centrada sobre lo que les resulta significativo, sobre lo que siempre han sentido que se debían”.

¿Cómo reinventarse entonces y hacer el tránsito?. Los autores proponen un modelo de siete pasos, palabra que invita a la acción y al movimiento. El modelo se basa en el “CANVAS”, metodología utilizada por emprendedores y diseño de negocios. Consta de los siguientes pasos:

Paso 1: Introspección: El objetivo es enfocar la pasión, reconocer el deseo, lo que nos mueve, es un ejercicio de autoconocimiento práctico para profundizar en los propios intereses y motivaciones de manera de poder comenzar a enfocar el potencial. Las preguntas fundamentales de hacerse son ¿Qué nos conmueve?, ¿qué nos apasiona?, ¿Qué nos hace llorar?, de manera de encontrar un cierto orden en la pasión y construir un sentido de propósito.

Basado en Borja Villaseca, propone mirar la siguiente tabla y descubrir que actitud tomamos hacia lo que hacemos.





Paso 2: Contexto: Una vez reconocida la pasión, lo que nos mueve, proponen los autores la importancia de mirar el mundo, leer el contexto, interpretar como se transforma la época, como se mueven los valores. De esta manera se pueden ubicar las macro tendencias sociales que atraviesan el mundo, los cambios tecnológicos disruptivos que impactan en nuestros hábitos, como cambian las formas de trabajar, etc.

Vivimos en un mundo muy distinto del siglo XVIII y los autores narran cuatro revoluciones que caracterizan como 1.0, 2.0, 3.0 y 4.0, la última caracterizada por la automatización total de la manufactura, la internet de las cosas, la nube, la robótica, nanotecnología, inteligencia artificial, etc.

Paso 3: Propósito. En esta fase se busca establecer una proyección significativa que articule la pasión hacia un sentido de realización. En esta etapa resulta fundamental ¿Por qué se hace lo que se hace?, ¿Cuáles son nuestros talentos?, ¿Cuáles son nuestras potencialidades?, ¿Para qué hago lo que hago?, ¿Qué es lo que disfruto hacer?, etc.

Los autores proponen realizar un FODA personal apreciativo, es decir, no concentrarse en las debilidades y amenazas para superarlas sino que trabajar sobre las fortalezas y oportunidades para explotarlas. Salir del modelo perfeccionista, de lo que se hace mal, para enfocarse en lo que se hace bien y regalárselo al mundo.

Paso 4: Target. Precisar hacia qué grupo objetivo se va a enfocar los esfuerzos, de manera de identificar quienes serán los destinatarios de nuestros esfuerzos, de este modo, si los conocemos, los caracterizamos y los comprendemos, podremos conectar mejor con ellos.

En marketing es lo que se ha llamado tradicionalmente “segmentación”, no se puede servir a todo el mundo, a todos los públicos, por lo que es mejor buscar un grupo diferenciado y concentrarse en ellos.

Paso 5: Propuesta de Valor. En esta etapa “una propuesta de valor se materializa en aquello que les ofrecemos a los clientes y se basa en una combinación particular de las características y atributos de su servicio o producto, su estándar de calidad, la experiencia, el precio, es decir, aquello que configura un todo atractivo para un segmento determinado del mercado.

Paso 6: Marca. Una marca es un “motor de sentido”, es decir, una propuesta para aumentar la percepción de valor ya que proyecta a nuestra propuesta y a nosotros mismos una serie de atributos. Una propuesta sin marca es un comodity, un producto sin etiquetas que lo identifiquen. Para aumentar el valor de la marca debe desarrollarse diferenciación, relevancia y consistencia.

Me acordé del libro expertología, donde precisamente se habla de cómo construir una marca personal, convirtiéndose en un experto de referencia.

Paso 7: Prototipo. Con esta acepción los autores se refieren a la factibilidad, a la idea de hacer pruebas, de alguna materializar todo lo descrito anteriormente y probar si a los potenciales clientes les gusta, les sirve. No esperar la perfección sino que contar con un mínimo producto viable. Se desea destacar el aprendizaje, la prueba, contar con una mentalidad flexible para aprender y cambiar hasta encontrar aquello que sirve.

No sé si será mera casualidad o de algún modo los libros lo eligen a uno, hace justo una semana atrás cumplí 50 años y este tema me ronda hace un buen tiempo, ya me he reinventado un par de veces y creo que me corresponderá algunas más, sobre todo cuando veo lo rápido que avanza el mundo y la enorme cantidad de cambios que nos toca vivir en esta época de la humanidad.

No soy experto en CANVAS pero me parece que es un modelo muy lineal, que sigue una secuencia de pasos bien predeterminados, creo que muchas veces tanto para emprender como para reinventarse no se siguen pasos tan lineales, más bien se itera, se prueba, se descubre, se parte por otros lados y luego se van haciendo conexiones. Sin embargo, es un modelo y como tal no hay que pedirle más que ordene la búsqueda.

Me parece un buen modelo para quienes realizan coaching de carrera ya que presenta ideas a explorar en un proceso de ese tipo, preguntas que hacer y pasos que dar para reinventarse de manera exitosa.

La bibliografía es muy sugerente, ya que proponen más lecturas y autores, que pueden ampliar las distinciones y profundizar en la búsqueda de estrategias para el cambio.