Alguien en la Universidad me
recomendó que leyera este libro. Además coincide con que últimamente me han
pedido de varios colegios darles apoyo en, precisamente, temas de liderazgo
educativo, ya sea desde el entrenamiento en habilidades directivas a equipos
que dirigen colegios hasta coaching ejecutivo con directores. Publiqué hace un
tiempo atrás un post sobre liderazgo en educación.
Siguiendo a Ernesto Gore (post), creo que la psicología y el
coaching tiene mucho que decir en el ámbito educacional, ya sea la psicología
educacional propiamente tal y también la piscología organizacional ya que
muchos problemas de los colegios y del sistema educacional no son de naturaleza
educativa sino que de naturaleza organizacional, entre ellos el liderazgo, la
coordinación, el manejo de conflictos, la gestión estratégica y muchas otras
dimensiones.
El libro se compone de 9 textos,
además de la introducción, sobre liderazgo educativo. Algunos de ellos me han
parecido muy interesantes, sobre todo por cuanto muestran distinciones que
desconocía y sobre las que será necesario profundizar en el estudio para
incorporarse de mejor manera a este campo y hacer un buen trabajo como coach.
Sin embargo me quedé con un sentimiento difícil de definir, mucha crítica,
muchas ideas profundas, pero poco que decir sobre el cómo mejorar la educación
que le damos a nuestros niños.
Uno de los artículos que me
pareció interesante de destacar es el de Viviane Robinson, titulado “hacia un
fuerte liderazgo centrado en el estudiante: afrontar el reto del cambio”. La
primera idea que señalan es de tremendo valor: “la esencia del liderazgo
centrado en el estudiante es la focalización permanente en las consecuencias
que tienen las decisiones y acciones de los líderes en los alumnos de los
cuales son responsables”…….”ya sea en términos de desempeño, bienestar, la
creatividad o la participación estudiantil, dichas consecuencias constituyen la
consideración principal de los lideres
al momento de tomar decisiones o evaluar, tanto a nivel del equipo docente, de
la escuela o del sistema”……..
Estoy completamente de acuerdo
con la idea anterior, en organizaciones complejas hay muchos stakeholders
interesados en aspectos de su desempeño, en este caso: padres, profesores,
autoridades, comunidad y muchos más, sin embargo, así como una empresa
comercial no puede olvidarse de sus clientes, en el mundo de la educación las
instituciones no se pueden olvidar o dejar para el final las necesidades de los
alumnos, ellos son lo fundamental, lo que nos debe convocar por sobre otras
consideraciones u otros intereses que los posterguen.
A continuación la autora del
artículo propone cinco dimensiones del liderazgo centrado en el estudiante,
dimensiones que todo directivo educacional debiera tener en consideración para
efectos de mejorar los resultados de su trabajo.
Estas dimensiones son:
1.- Establecer objetivos y expectativas: la fijación de objetivos
establece una brecha entre las condiciones actuales y las que se desean
alcanzar a futuro, lo que introduce tensión en cualquier grupo humano, ya que
direcciona los esfuerzos hacia la superación de dicha tensión. Los líderes
tienen un impacto positivo cuando establecen objetivos en relación a
conocimientos, destrezas y competencias que los alumnos deben aprender. Esto
involucra también comunicar las metas de aprendizaje, estándares y
expectativas, propiciando involucramiento de todos los miembros de la
organización.
2.- Asignar recursos de manera estratégica: Una vez establecidos los
objetivos, los líderes se encargan de seleccionar y asignar recursos. Los
recursos pueden ser de naturaleza material, económica, tiempo, experticia y
muchos otros. Los recursos deben asignarse con criterio estratégico, enfocados
en lograr los objetivos prioritarios. Como los recursos son escasos, por
definición, los líderes deben procurar asignarlos con mucha eficiencia en pro
de los objetivos.
3.- Asegurar una enseñanza de calidad. La que se consigue por medio de
la coherencia y alineación entre el curriculum y los enfoques docentes. Para
ello se requiere que los líderes supervisen, retroalimenten y monitoreen lo que
hacen los profesores. Me imagino que con un enfoque centrado en el aprendizaje y
no en el castigo.
Según la autora del artículo,
esta dimensión tiene tres sub-dimensiones. Ellas son:
3.a) Ejercer una activa función
de supervisión y coordinación del programa docente.
3.b) Observar la enseñanza en
aula y brindar retroalimentación para mejorar la enseñanza.
3.c) Hacen hincapié en que los
profesores monitoreen los resultados de los estudiantes y que ajusten su
enseñanza en base a los resultados de las evaluaciones.
4.- Liderar el aprendizaje y la formación docente: Los líderes
participan activamente en instancias de aprendizaje y formación docente con los
profesores modelando el rol de aprendizaje, lo que efectúan de manera formal
(reuniones, actividades de capacitación propiamente tal) o informal
(conversaciones de pasillo,). Esta actividad tiene un enorme valor ya que
impacta directamente en la calidad de la educación que se brinda.
5.- Asegurar un entorno ordenado y seguro: Esta dimensión se refiere al
establecimiento de un entorno ordenado, seguro y apoyador para que los
profesores puedan centrarse en la enseñanza y los alumnos en aprender. Según la
autora este foco se relaciona con comprensión intercultural, respeto por la
diferencia, un código de disciplina claro, interrupciones mínimas del tiempo de
instrucción y efectividad en la resolución de conflictos.
Es posible que las dimensiones
del liderazgo se pudieran organizar de otra manera, sin embargo me ha parecido
una manera bastante positiva de hacerlo ya que comienza con los objetivos, que
es lo más importante que debe tener en cuenta cualquier líder de cualquier
organización y luego sigue con las otras dimensiones.
Conozco a muchos líderes
escolares que su principal preocupación es de orden administrativo y de control,
mirando la asistencia, los recursos, los materiales y otras cosas que a mi
parecer, pueden ser menores. Por eso que centrarse en los objetivos, seguir con
los recursos y trabajar por una enseñanza de calidad me parece es fundamental.
Creo que es fundamental conversar
con líderes escolares acerca de cómo definen su rol, a fin de conocer cuanta
importancia le dan a los objetivos y a la enseñanza de calidad. Sin embargo, no
se trata solo de conversar, también será de importancia observarlos ya que
muchas veces el discurso va por un lado y las acciones van por otro.
Continúa la autora del artículo
señalando que las dimensiones indicadas responden la pregunta de que tienen que
hacer los líderes. Luego se pregunta cuáles son las capacidades y
destrezas que deben tener los lideres
para poner en práctica estas cinco dimensiones. Según ella la respuesta son tres habilidades claves: utilizar los
conocimientos claves para tomar decisiones de liderazgo, resolver problemas
complejos y crear relaciones de confianza.
A esta altura, trabajando con
líderes y directivos de distintas organizaciones me resultan obvias estas
capacidades, sobre todo si se trata de líderes del ámbito escolar. En dichas
posiciones los conocimientos tienen que ver cada vez menos con un saber teórico
conceptual, sino que con cómo integrar dichos conocimientos para tomar
decisiones, las que por definición se realizan con información parcial, con
estrechez de tiempo y con “tironeos” de todos lados, por lo que la capacidad de
resolver problemas es clave. No se trata de problemas puros, sino que de
problemas que involucran dimensiones técnicas y adaptativas (ver post). Y qué decir de la confianza
(ver post) es un pegamento básico de las
relaciones humanas, es un capital para cualquier líder que quiere impulsar un
proyecto importante, por ello trabajar para construir confianza es un trabajo
básico para cualquier líder en una organización.
Me apresto a realizar un taller
de habilidades directivas esta semana con 63 directivos educacionales,
incorporaré varias de las ideas revisadas en pro de colaborar con mis clientes
en su trabajo, centrado en lo importante, que nuestros niños aprendan y mejor.