Hace algunas semanas atrás publiqué un post, a propósito del ingreso de mi hija
a su último año de colegio. En dicho post reflexionaba sobre los cambios que
están ocurriendo en nuestro mundo y que nos afectan a todos y, en particular, a
nuestros hijos.
Y, a propósito de este tema me encontré con el libro de Lynda Gratton:
“Prepárate, el futuro del trabajo ya
está aquí”, donde precisamente comienza hablando de las conversaciones que
tiene con sus hijos adolescentes y el mundo que les toca vivir, en relación a
sus decisiones vocacionales, estudios universitarios y profesiones que
estudiar, preguntándose cómo será el mundo en el año 2025 o en el año 2050, en
relación al trabajo.
He dividido este post en dos partes. En esta hablaré de su
diagnóstico y en el próximo hablaré de las acciones que propone para hacerle
frente productivamente a estos cambios del trabajo.
Inicia sus reflexiones con un parangón entre el mundo actual
y los cambios que ocurrieron a propósito de la industrialización a fines del
siglo XVIII y principios del siglo XIX. La revolución industrial cambió de
manera dramática lo que la gente de esa época conocía como trabajo y lo que hoy
conocemos como tal. El trabajo era una actividad fundamentalmente artesanal que
se realizaba en el hogar, utilizando habilidades cultivadas de manera metódica.
Al respecto sugiero leer el interesante libro de Richard Sennett, llamado
precisamente El
Artesano.
La revolución industrial empezó a cambiar la vida de los
trabajadores de manera gradual y lenta, modificando el lugar donde se trabajaba
(del hogar a la fábrica), el modo (pérdida de autonomía a cambio de seguir
instrucciones de un capataz y este de un ingeniero), los horarios (pasar de un
horario libremente determinado a un horario estandarizado) y un sinfín de otras
prácticas. La magnitud de este cambio sólo puede verse en retrospectiva. Según
ella, esto es similar a lo que está ocurriendo ahora con diversos cambios que
están precisamente transformando nuestro mundo industrial (post industrial dirían
algunos).
A juicio de Gratton, hay dos elementos centrales en el cambio
experimentado en la revolución industrial, el cambio energético y el
surgimiento de una nueva profesión: los ingenieros. En relación al primero se
pasó de la energía humana a la energía de la máquina a vapor. Y, en relación a
lo segundo, los ingenieros fueron centrales en la profesionalización de las
ciencias prácticas y la búsqueda institucional de innovación al servicio de
aumentos de productividad. Al respecto
sugiero leer sobre “Administración
científica” y sobre Winston Taylor.
La autora plantea luego de estas reflexiones cuales cree ella
que son las fuerzas que están modelando el futuro. Identifica cinco fuerzas,
cada una de ellas con numerosos componentes: tecnología, globalización,
demografía, fuerzas de la sociedad, recursos energéticos.
Respecto de la tecnología, esta siempre ha desempeñado un
papel fundamental en la conformación del trabajo y en el desarrollo de la vida
laboral. De hecho la tecnología ha sido uno de los principales motores del
crecimiento económico a largo plazo en los países y continuará cambiando la
naturaleza diaria de nuestro trabajo y la forma de comunicarnos. En el libro
señala diez aspectos tecnológicos, fundamentalmente relacionados con
tecnologías informáticas. Sugiero leer un libro
muy interesante que editó BBVA sobre como internet está cambiando nuestras
vidas. Creo que se queda corta con sus predicciones de desarrollo tecnológico
ya que no integra los avances en medicina, en ciencias de materiales, en
física, en genética, en agronomía, etc.
En relación a la globalización, hasta hace muchos años atrás predominaba
la actividad económica local, restringida a ciudades o países. Hoy definitivamente
el mundo es mucho más global, lo que tiene impacto en el comercio y en la
actividad 24/7, un mundo sin parar, con un nivel de interconexión casi planetaria
Respecto de la demografía también creo que se queda corta en
sus predicciones, destacando los aumentos de longevidad y las migraciones
masivas. Estamos cada día más en un planeta con poblaciones urbanas, donde
coexistirán diversas generaciones X, Y, baby boomers con sus gustos y
preferencias marcadas. Uno de los aspectos centrales del cambio demográfico lo
tiene la longevidad, esto es algo histórico que no había ocurrido nunca en la
historia de la humanidad con la magnitud con que lo vivimos, lo que representa
un desafío para todos, sobre todo para los sistemas de pensiones, que fueron
inventados en una época industrial, donde la gente se jubilaba para no trabajar
más. Hoy eso ya no es más así y, ya sea por razones económicas o de otra
índole, la gente sigue trabajando más allá de la edad legal de jubilación.
En cuanto a fuerzas
sociales destaca los cambios que experimenta la familia y los géneros (con
mujeres más poderosas y hombres más equilibrados) a los que agrega desconfianza
en las instituciones, la disminución de la felicidad y la emergencia masiva del
ocio pasivo. Este es tremendo tema, hoy mismo hablaba con los compañeros de
colegio de mi hija, como los cambios de roles de género son tan masivos y
apenas llevamos dos o tres generaciones aprendiéndolos cuando habíamos vivido
siglos con otros modelos.
Finalmente, en relación a los recursos energéticos, destaca
que los precios de la energía aumentarán, al menos los relacionados con la producción
energética a partir de carbón y petróleo y se desatarán desastres
medioambientales que provocaran migraciones de población, producto del cambio
climático. Es cierto que la energía será tema en el futuro al igual que el
agua. El lado optimista es que las fuentes no tradicionales se continúan
desarrollando y al asociarse con la tecnología podríamos tener fuentes menos
contaminantes, alternativas a las fuentes basadas en carbono actuales.
Me pareció interesante el análisis que hace de estas fuerzas,
creo que le falta profundizar en muchos de los aspectos que aborda, pues los
cambios que estamos viviendo en los últimos años y los que vienen son mucho más
masivos, diferenciados y extendidos de lo que la autora plantea. Algunos de
hecho ya no son cambios, son prácticas que han llegado para quedarse y otros se
avecinan para los próximos años. Todas estas fuerzas configuran escenarios. La
autora explora, tres escenarios “oscuros” y tres escenarios “positivos”.
En relación a los escenarios “oscuros”, plantea tres
escenarios: “fragmentación”, “aislamiento” y “exclusión”. Respecto de
escenarios positivos “co-creación”, “compromiso social” y “microemprendedores,
diseño de vidas creativas”. Son escenarios tipos, exagerados, seguramente el
futuro será una mezcla de todos ellos. En cada escenario cuenta la vida
fabulada de alguna persona, con quienes nos podemos identificar.
Fragmentación: Mundo en el que ninguna actividad parece durar
más de tres minutos y aquellos que tienen un empleo están continuamente
compitiendo con gente de otros lugares para intentar dar el mejor servicio
posible. La fragmentación genera pérdida de concentración, baja capacidad de
observar y aprender y pérdida del “capricho” y el juego, tan necesarios para
estimular la creatividad.
Aislamiento: Posibilidad que gran parte del tejido de nuestra
vida laboral está desprovista de relaciones cara a cara. Al eliminar estas
relaciones se elimina el disfrute de la compañía de otros, la posibilidad que
el trabajo se nutra de esas relaciones y la posibilidad que la vid se nutra del
trabajo.
Exclusión: Aquellos que carecen de talento y acceso a las
redes serán los nuevos pobres, independientemente de donde hayan nacido, en una
misma ciudad habrán diferentes grupos de personas. Esto se exacerbará con los
modelos en que “el ganador se lo lleva todo”, generando una brecha más grande
entre “ganadores” y “perdedores”.
Co-creación: Este es un mundo donde la cooperación y la
co-creación están a la orden del día y donde las personas de todos los lugares
del mundo pueden y desean conectarse entre sí para compartir ideas y energías.
Esta cooperación se basa en el enriquecimiento que genera para todos la
diversidad.
Compromiso social: Mucha gente tiene un agudo sentido de la
empatía y decide dedicar su tiempo a causas importantes para ellos, vinculados
a lugares pobres del planeta. Esta mayor empatía no es sólo con la familia próxima
sino que va más allá, con personas diferentes y extrañas.
Microemprendedores – diseño de vidas creativas: Cientos de
millones de personas trabajan como pequeños empresarios y se asocian en “ecosistemas”.
Son reuniones de personas con una mentalidad similar, alrededor de una idea.
Estos conglomerados de micro emprendedores en lugar de empresas juegan un papel
crucial en dar forma a la dirección que tomará el mercado.
Me sentí identificado con todos los escenarios. En alguno de
ellos compara como se trabajaba hace veinte o treinta años atrás y como se
trabaja ahora, hiperconectados, 24-7, interrumpidos por correos, whatsapps,
llamados, con la actividad laboral hiperpresente en la vida. Señala que si
esto hubiera ocurrido de un día para otro habría sido un desborde, pero como ha
ocurrido de a poco hemos ido aprendiendo y acostumbrándonos.
En alguna otra parte habla de como los emprendedores
colaboran unos con otros formando redes, que aprovechan la tecnología para intercambiar
información, para mejorar su productividad y enriquecerse unos con otros.
El futuro será seguramente una mezcla o integración de todo
esto, con lados más oscuros y lados más luminosos. La pregunta que se hace entonces
es como crear oportunidades y hacer elecciones que acentúen los aspectos
positivos y minimicen los negativos. Ello lo veremos en el próximo post.
Se acerca semana santa, antes vivíamos esta época con mayor
compromiso religioso, hoy lo vivimos de un modo secular y sincrético, esperando
que llegue el conejito de pascua, otra señal de cambio de los tiempos.