Durante más de 15 años trabajé en el campo
del reclutamiento y la selección de personal, tanto como reclutador propiamente
tal, como gerenciando una consultora, en la que trabajaban otros psicólogos conmigo.
Durante todo este tiempo me correspondió
revisar con mis clientes sus descripciones y perfiles de cargo. Las primeras
referidas a las funciones o tareas que se realizan en un puesto determinado y,
los segundos, relacionados con las características, rasgos o competencias que
un postulante debe tener para desempeñarse exitosamente en ese puesto de
trabajo.
A partir de ello, revisé cientos o miles de currículos,
para poder filtrar a los postulantes a un cargo determinado, filtro que
serviría para su posterior evaluación, técnica o psicológica.
La mayor parte de las veces se recibe una
gran cantidad de currículos, por lo que el trabajo del reclutador es primero
dejar afuera todos los cvs que no sirven, que no califican, que no reúnen los
requisitos necesarios y sólo, recién ahí, comenzar a escoger a los mejores
candidatos.
Siempre me llamó la atención la cantidad de currículos
que quedan fuera por cosas tan simples como no indicar su teléfono, no
registrar bien algún dato o no proporcionar información al reclutador de manera
clara y precisa.
Ahora me he cambiado de lado en el escritorio
y me encuentro trabajando en procesos de orientación laboral, ofreciendo mis
servicios a personas que buscan trabajo o que quieren cambiarse a un trabajo de
mejor calidad. No estoy realizando selección de personal para ninguna empresa y
no está en mis planes volver a ello.
Por eso suelo comenzar mi trabajo revisando
el curriculum y haciendo muchas sugerencias de mejoramiento, para que no queden
fuera por temas formales y menores.
A partir de ello, avanzo hacia otros aspectos
relacionados con la calidad de la información que proporciona el cv. Además de
temas obvios (para mí) que la información tiene que estar en sentido cronológico
donde se destaque lo mas actual y luego lo más antiguo, que el título no diga
curriculum sino el nombre de la persona y que se destaque aquello que a la
persona la diferencia de cualquier competidor por el trabajo.
Me acuerdo mucho de algo que aprendí en el
programa de coaching ontológico en que participé. ¿Cuál es la oferta?, ¿qué
oferta eres tú? Siempre hago esa pregunta y le planteo a mis nuevos clientes
que quieren destacar que los diferencie, que los caracterice, que aspectos
especiales tienen y como destacarlos en su curriculum vitae.
Hasta ahora me ha ido bien, las personas con
las que trabajo se sorprenden con el análisis curricular y el potencial de
mejoramiento que tiene la información allí desplegada. Esta no es la panacea,
ya que para ser contratados deben gestionar redes, dar buenas entrevistas y
desenvolverse bien en las pruebas, todo en el marco del perfil que ande
buscando la empresa. Siempre aclaro eso, de modo que no se creen falsas
expectativas y piensen que basta con el buen curriculum.
Hay otros aspectos por trabajar: redes, entrevistas,
pruebas. Tenemos tema para otros posts.