lunes, 25 de noviembre de 2013

Orientación Laboral (1) Curriculum vitae


Durante más de 15 años trabajé en el campo del reclutamiento y la selección de personal, tanto como reclutador propiamente tal, como gerenciando una consultora, en la que trabajaban otros psicólogos conmigo.

Durante todo este tiempo me correspondió revisar con mis clientes sus descripciones y perfiles de cargo. Las primeras referidas a las funciones o tareas que se realizan en un puesto determinado y, los segundos, relacionados con las características, rasgos o competencias que un postulante debe tener para desempeñarse exitosamente en ese puesto de trabajo.

A partir de ello, revisé cientos o miles de currículos, para poder filtrar a los postulantes a un cargo determinado, filtro que serviría para su posterior evaluación, técnica o psicológica.

La mayor parte de las veces se recibe una gran cantidad de currículos, por lo que el trabajo del reclutador es primero dejar afuera todos los cvs que no sirven, que no califican, que no reúnen los requisitos necesarios y sólo, recién ahí, comenzar a escoger a los mejores candidatos.

Siempre me llamó la atención la cantidad de currículos que quedan fuera por cosas tan simples como no indicar su teléfono, no registrar bien algún dato o no proporcionar información al reclutador de manera clara y precisa.

Ahora me he cambiado de lado en el escritorio y me encuentro trabajando en procesos de orientación laboral, ofreciendo mis servicios a personas que buscan trabajo o que quieren cambiarse a un trabajo de mejor calidad. No estoy realizando selección de personal para ninguna empresa y no está en mis planes volver a ello.

Por eso suelo comenzar mi trabajo revisando el curriculum y haciendo muchas sugerencias de mejoramiento, para que no queden fuera por temas formales y menores.

A partir de ello, avanzo hacia otros aspectos relacionados con la calidad de la información que proporciona el cv. Además de temas obvios (para mí) que la información tiene que estar en sentido cronológico donde se destaque lo mas actual y luego lo más antiguo, que el título no diga curriculum sino el nombre de la persona y que se destaque aquello que a la persona la diferencia de cualquier competidor por el trabajo.

Me acuerdo mucho de algo que aprendí en el programa de coaching ontológico en que participé. ¿Cuál es la oferta?, ¿qué oferta eres tú? Siempre hago esa pregunta y le planteo a mis nuevos clientes que quieren destacar que los diferencie, que los caracterice, que aspectos especiales tienen y como destacarlos en su curriculum vitae.

Hasta ahora me ha ido bien, las personas con las que trabajo se sorprenden con el análisis curricular y el potencial de mejoramiento que tiene la información allí desplegada. Esta no es la panacea, ya que para ser contratados deben gestionar redes, dar buenas entrevistas y desenvolverse bien en las pruebas, todo en el marco del perfil que ande buscando la empresa. Siempre aclaro eso, de modo que no se creen falsas expectativas y piensen que basta con el buen curriculum.

Hay otros aspectos por trabajar: redes, entrevistas, pruebas. Tenemos tema para otros posts.

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