No sé muy bien como llegué a este
autor y su libro Conversar. Me lo he leído de “una sentada”, por lo ameno, ágil
y, sobre todo, por cómo conecta con la sabiduría del aprendiz avanzado
distinciones de autores como Peter
Senge, Rafael
Echeverría, Fernando
Flores, Fredy
Kofman y muchos otros. Tiene una bonita web también.
Dice al inicio que será el único
libro que escribirá, espero no cumpla su amenaza ya que escribe con profundidad
conceptual y amenidad discursiva, lo que hacen aquellos que tienen una
comprensión cabal de los conceptos que describen. Ya lo decía Einstein, “"Si
no lo puedes explicar con simpleza, no lo has entendido suficientemente
bien" y creo que César tiene esa gracia, de explicar ideas de todos estos
autores con liviandad y aplicabilidad.
El libro tiene siete capítulos
además de la introducción y el epílogo. En el capítulo 1 aborda la distinción
conocer, aprender y saber. En el capítulo 2 profundiza en el concepto de
aprendizaje y los pasos para aprender. En el capítulo 3, que llama “el arte de
lo verdadero” toma la distinción ontológica descripciones y juicios y
profundiza en ella. En el capítulo 4 se aventura con la perspectiva sistémica,
hablando de las leyes del pensamiento sistémico y la complejidad. En el capítulo
5 que llama “las razones del corazón” conecta racionalidad e inteligencia
emocional. Al pasar al capítulo 6, se enfoca en la “ética del protagonista”,
hablando entre otras cosas de transparencia y quiebres y como apropiarse de
estos últimos. Finalmente, en el capítulo 7 retoma la importancia del dialogo y
las conversaciones, profundizando sobre la escalera de inferencias de Argyris y
las prácticas de exponer e indagar entre
otros conceptos.
El libro está lleno de conceptos
valiosos pero destacaré algunos que me hacen especial sentido.
1 El poder de las conversaciones. Conversar parece algo tan sencillo
y trivial, algo que parece que todos hacemos bien. Sin embargo cuando se trata
de conversaciones difíciles ya sea por el correlato emocional o por la
necesidad de colaborar y generar acciones claras, el terreno se torna más
complejo. Sin embargo, conversar es hoy la principal habilidad gerencial y
dialogar para generar compromiso en torno a una visión compartida y acciones
decididas es crítico en cualquier organización.
Hace rato que yo mismo vengo
hablando de las conversaciones
y su importancia.
Ahora mismo estoy leyendo un libro que se llama “Estamos hechos de lenguaje”,
que alude a esta cualidad tan humana de vivir como “pez en el agua” de las conversaciones
y no alcanzar a darnos cuenta que es nuestro medio natural.
2 Importancia del aprendizaje: En un mundo fluido, dinámico y lleno
de incertidumbre ser sabio es crítico para una buena adaptación. Ya no se trata
de la sabiduría docta o que acumula información sino que de la sabiduría del
aprendizaje permanente, que implica reconocer la ignorancia, darse cuenta de
los costos que esta tiene y estar disponible a darle autoridad a un “maestro”
que nos enseñe. Este aprendizaje se verifica luego en la acción, en el saber
hacer. Aprender tiene una dimensión individual y una dimensión colectiva, esta
última es propia de lo que Peter Senge llama “organizaciones inteligentes”.
Tal como decía respecto vivir
como pez en el agua respecto del lenguaje y las conversaciones con el
aprendizaje nos pasa algo parecido, la vida es un desafío de aprendizaje y
negarse a ello es estancarse y dejar de vivir. Algunos aprendizajes nos
resultan simples, otros nos cuestan más, algunos aprendizajes nos remiten a
rutinas simples, otros requieren cambiar nuestros paradigmas o modelos
mentales.
3 Concepción sistémica: Vivimos en una época cartesiana, con
tendencia a la fragmentación y al reduccionismo, pensando solo en términos
analíticos, poniendo énfasis en las partes por sobre el todo, mirando
contenidos en vez de relaciones y viendo causalidades lineales por sobre
causalidades circulares y loops de retroalimentación. Aprender a mirar el
sistema, con su totalidad, sus relaciones, sus causalidades circulares, sus
“demoras” y sus “palancas” hoy es un desafío central para cualquier profesional
y ejecutivo de una organización.
En la vida profesional y organizacional
este es uno de los desafíos más importantes, ya que como dice Daniel Pink en su
trabajo “una
nueva mente”, es crucial desarrollar la capacidad de juntar las piezas,
habilidad de sintetizar más que analizar, de ver relaciones entre cuestiones
aparentemente inconexas, de detectar patrones amplios más que proveer
respuestas específicas y de inventar algo nuevo a partir de la combinación de
elementos que nadie antes había pensado emparejar.
4 Paradigmas, modelos mentales, mapas del mundo. Vivimos siempre con
una idea del mundo, con una interpretación, la que no sólo es nuestra también
nos es dada por la cultura en la que vivimos. Estas interpretaciones nos dan
certezas y también nos crean problemas ya que siempre son incompletas y desde
ellas se derivan muchas veces inferencias infundadas. Aprender a mirar nuestros
paradigmas y verlos con mayor humildad y flexibilidad, no como la verdad, sino
que como modelos imperfectos, nos da más libertad y responsabilidad y mayor
efectividad en el mundo.
5 Y bueno tantas otras distinciones que expresa el autor: afirmaciones y juicios, lenguaje
sistémico, conciencia, mente estratégica, emociones, estados de ánimo, transparencias,
quiebres, confianza, protagonismo, victimismo, ofertas y peticiones, etc.
Me gustó especialmente, la
reafirmación de la idea que vivimos en mundos narrativos, nos contamos cuentos
acerca de todo y muchas veces estos cuentos no incorporan nuevas u otras
perspectivas. Al respecto cuenta con mucha gracia la historia de “la caperucita roja
contada por el lobo”, historia que nos invita a desafiar nuestra perspectiva rígida del mundo
y centrada sólo en como nosotros vemos las cosas. También nos invita al
diálogo, ya que solo dialogando con sinceridad se descubren todas las
perspectivas y se pueden construir buenos acuerdos.
Para cerrar los comentarios a
este libro, me quedo con el sentimiento que es en parte un libro que me habría
gustado escribir, ya que resume muchas ideas por las que yo mismo he ido
atravesando en mi propia deriva intelectual y profesional. Es un libro que
recomiendo a todos los aprendices de coaches y con aprendices no hablo sólo de
quienes están comenzando esta profesión, sino que a todos quienes puedan llevar
años de práctica y quieren seguir aprendiendo.
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