Me pidieron realizar un taller
sobre los tipos de Myers Briggs (MBTI) a un grupo de personas, ya que alguien
que trabaja en ese equipo había hecho un trabajo con el test y consideraba
valioso compartirlo con los demás.
Hacía tiempo que no trabajaba con
este modelo MBTI, lo que me obligó a actualizarme y ponerme al día con la
herramienta y con el modelo que está detrás del test. Estoy agradecido que me
hayan pedido trabajar en este tema ya que ha sido una oportunidad de (re)
aprendizaje y de (re) conocimiento de un modelo útil y práctico.
Cada uno mira el mundo desde su
particular perspectiva y, solemos creer, que así como vemos el mundo, el mundo
es. Esto es un error. Cada uno ve el mundo como lo ve, pero eso no significa
necesariamente que el mundo sea así. El MBTI nos recuerda a cada momento que,
desde el tipo que uno es mira el mundo y hay, por lo menos, 16 mundos posibles
de ser mirados.
A mi esta idea me hace pleno
sentido y me hace pensar en que nadie es dueño de la verdad, que más bien son
miradas y, como tales, todas ellas son validas, enriquecedoras, distintas y
valiosas. Me parece un llamado a la humildad de considerar que como yo veo el
mundo en particular, es como yo lo veo, pero no es ni la única ni la mejor
forma de verlo.
También, me parece un llamado a
la empatía, a ponerme en el lugar de las otras personas y entender que, desde
su perspectiva todo es coherente. Claro, esa perspectiva puede ser muy distinta
a la mía, pero si hago el esfuerzo de ponerme en su lugar, puedo entender como
mira las cosas, más que sólo convencerla de mirarlas desde la mía.
Esto es muy coherente con la idea
que vivimos en mundos interpretativos, agregándole que, desde el tipo que uno
es, probablemente tendrá mayor inclinación a hacer ciertas interpretaciones y
no otras.
El MBTI se basa en las ideas de
Jung, modificadas posteriormente por las señoras Briggs y Myers y considera 4
ejes.
Energía. De
dónde saca energía la persona, si se orienta hacia el interior o exterior. E/I
Modo de
procesar la información. Como la persona obtiene y procesa la información, si
se basa en datos o en la intuición. S/N
Modo de tomar
decisiones. Si basa sus decisiones en el aspecto más racional o en el aspecto
más emocional. T/F
Orientación
hacia el mundo exterior. Si se centra en la experiencia, en el aquí y ahora o
tiene una perspectiva más juiciosa. P/J
A partir de estas distinciones se
puede determinar cuales son las preferencias que predominan en las personas. En
algunos casos son muy marcados y muy notorios para la propia persona y para los
demás. En otros casos es más débil, aunque siempre hay una preferencia.
Es interesante notar que se habla
de preferencias, si uno hiciera una analogía con ser zurdo o diestro, significa
que se “prefiere” usar una mano, pero no que la otra no se use. De igual forma,
se trata de preferencias psicológicas, no de dicotomías.
Por eso que tendremos
(E) Extrovertido
– (I) Introvertido.
(S) Sensorial
– (N) Intuitivo.
(F)
Sentimiento – (T) Pensamiento
(P) Percepción
– (J) Juicio.
Esto nos permite configurar entonces
16 tipos:
ISTJ/ISTP/ESTP/ESTJ/ISFJ/ISFP/ESFP/ESFJ/INFJ/INFP/ENFP/ENFJ/INTJ/INTP/ENTP/ENTJ,
cada uno de los cuales tiene sus propias características, sus propias
luminosidades. El test MBTI es una herramienta que permite a partir de
preguntas establecer el tipo, aunque puede no ser imprescindible para conocerse
o conocer a otros.
Puede ser muy útil como
herramienta para el ejercicio de roles de liderazgo, por varias razones:
autoconocimiento, flexibilidad, manejo de conflictos.
Respecto del autoconocimiento del
líder necesita conocerse a si mismo, sus fortalezas y debilidades, sus puntos
fuertes, las palancas de su desarrollo. También necesita conocer sus áreas de
desarrollo, en que tiene que avanzar. Por eso que conocer el tipo, permite
mirar “desde donde se mira el mundo” y cuales son las áreas que hay que
desarrollar. Por ejemplo, un líder E-S-T-J, podría trabajar el aspecto S, y
desarrollar mayor intuición, de modo de no sólo mirar los datos, sino que tener
mayor mirada global y mayor perspectiva de los problemas. De igual forma, al
comenzar a desarrollar más F, considerar que en la toma de decisiones no sólo
entran los aspectos cognitivos y racionales sino también las emociones y
sentimientos, que en algunos casos pueden ser de mayor importancia que los
meros argumentos racionales.
En relación al mismo tema de la
flexibilidad, el líder puede considerar el tipo de las personas a su cargo y
modificar su estilo de liderazgo para trabajar mejor con cada uno de sus subordinados,
por ejemplo si es una persona S, que le gustan los datos, darle información más
detallada, en cambio si es N, intuitivo, partir por la visión global.
Muchas veces los conflictos o
diferencias al interior de un equipo sólo tienen que ver con las diferencias de
mirada, por lo que conocer el tipo de cada uno le puede permitir al líder
advertir potenciales conflictos y disolverlos, como distintas miradas y no como
algo de fondo. Por ejemplo, las diferencias entre un J y un P, en que el
primero hará juicios rápidos y definitivos respecto de algo y el P que
preferirá mantener sus opciones abiertas sin comprometerse mucho por ninguna
alternativa. Esto también incluye la idea que, más que conflictos, el ser tan
diferentes puede potenciarnos, en virtud de la complementariedad, siempre que
esta nos abra mundos.
Desde la perspectiva cultural,
las organizaciones tienen también preferencias por seleccionar a ciertos tipos
de personas dejando afuera otros, con lo que ganan en homogeneidad pero pierden
en riqueza.
Para mi ha sido un (re)
descubrimiento el MBTI, ando como con juguete nuevo tratando de determinar el
tipo de mis amigos, mi pareja, mis hijos, las personas que trabajan cerca mio,
mi jefe, claro que tratando de ser cuidadoso para no caer en el etiquetamiento
ni en el diagnostico rigidizador de los demás.
Puras oportunidades de
aprendizaje.
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