A propósito del trágico
accidente en la isla Juan Fernández, donde se encuentran desaparecidos varios
compatriotas, todos seguramente fallecidos y, en el caso particular de varios
de ellos, que se desempeñaban en un equipo de trabajo en TVN me ha parecido
propicio reflexionar sobre la muerte en contextos organizacionales.
Hace varios años ya nos encontrábamos realizando un taller sobre
trabajo colaborativo en La Serena, cuando nos avisan que había muerto un
funcionario de la organización, una persona mayor, muy querida y respetada en la Institución. Si
bien era un final esperado pues se encontraba bastante enfermo nos dejó a todos
sorprendidos enterarnos de la noticia y con un sentimiento de tristeza
colectiva muy fuerte. Recuerdo que la psicóloga que realizaba el taller tuvo,
según mi parecer, una intuición poderosa y suspendió el taller, hizo una declaración
muy linda, “no se si todos aquí son creyentes pero para mi que lo soy creo que
puede ser importante” y nos invito a rezar un padrenuestro, lo que provocó en
todos los participantes una sensación de contención, mayor tranquilidad y
unidad.
Me acuerdo también que hace un tiempo atrás me llamaron de
Antofagasta pues había fallecido un funcionario de la Institución donde
trabajo y el Director regional me pedía que le diera un apoyo para enfrentar la
situación. Recuerdo haber llamado a mi inteligente amigo José Almonacid por
consejo quien me dijo sabiamente que hiciera un ritual o algo parecido. Y eso
fue lo que hicimos, congregamos al equipo de la Unidad en un lugar fuera de
ella, le pedimos a cada uno que contara anécdotas del funcionario fallecido,
luego el Director dijo algunas palabras, vino un pastor que habló cinco minutos
y todos concurrimos a la casa de la familia a dejar nuestros saludos. El estado
de animo pasó de mucha tristeza a uno de paz, incluso hubo risas al recordar
algunas de sus anécdotas mas queridas.
Sabemos que la muerte es un acontecimiento cierto de la existencia
de cada uno de nosotros y en las organizaciones es inevitable que cada cierto
tiempo tengamos que enfrentar esta situación y estamos tan poco preparados para
dicho acontecimiento. Carecemos de rutinas que nos permitan enfrentar la muerte
de nuestros compañeros de trabajo de un modo integrado, que facilite superar el
duelo, que permita expresar los sentimientos de perdida y posibilite elaborarla
de un modo positivo para todos.
Elton Mayo, en sus trabajos clásicos (teoría de las relaciones
humanas) en las organizaciones observa que junto a la estructura formal
coexiste una estructura informal y esta afecta de manera importante el
comportamiento de las personas en las organizaciones. Dicho de otra forma, en
la conducta al interior de la organización pueden ser más importantes las redes
de amigos, de confianzas, de cariños, incluso de parentescos. No sólo se sigue
la jerarquía, las instrucciones o los manuales de procedimientos también se
establecen vínculos y estos son los que nos duelen cuando tenemos pérdidas,
como la muerte de un compañero de trabajo o de un amigo.
Terrence Deal y M.K. Key en su libro Celebraciones en las
empresas, parten de la misma idea y destacan como las ceremonias (rituales)
permiten profundizar en la definición y reforzamiento de prácticas y patrones
culturales. Es cierto, muchas celebraciones se refieren a triunfos, éxitos,
logro de metas, aunque también se pueden elaborar celebraciones para recordar
los duelos y las pérdidas, dando una señal cultural de valoración de la
transformación y el cambio.
Siguiendo a Deal y Key destaco que toda celebración (ritual) debe
elaborarse de un modo significativo, donde es importante la elaboración de un guión
para la actividad, que incluye invitados, puesta en escena y discursos.
Respecto de los discursos o más precisamente respecto de las palabras,
no hay que olvidar que estamos en el terreno de las declaraciones, desde la
teoría de los actos de habla, cuando hacemos una declaración cambia el mundo,
después que decimos lo que decimos el mundo no es igual, ya que cambia el
significado, cambian los estados de animo, cambia el sentido de los sucesos.
En cierto sentido la muerte nos pone en situaciones de crisis de
sentido, ¿para que hacemos las cosas?, ¿por que dedicamos tiempo a lo que
hacemos?, ¿cual es la importancia de nuestro trabajo?, ¿cual es el valor de las
relaciones que establecemos?, etc. Me acuerdo de Berger y Luckman quienes dicen
en alguna parte de la construcción social de la realidad que los ritos nos
permiten recuperar el sentido. Con los rituales hacemos de una manera
institucionalizada un cierre de las experiencias dolorosas, las podemos
procesar para recuperar el sentido y seguir viviendo.
Nota sobre citas.
-
Elton Mayo
es profusamente citado en cualquier libro de Administración, sobre sus estudios
en Hawthorne donde elabora la llamada “teoría de las relaciones humanas”,
posterior a la teoría de la “administración científica”. Son enfoques antiguos,
aunque muy presentes aún en la “mente” de los gerentes y administradores.
-
Deal y Key
escriben un libro muy bonito llamado “Celebraciones en las empresas”. Deal y
Kennedy, elaboran una teoría sobre la cultura que se llama “cultura
corporativa” muy interesante.
-
Sobre teoría
de actos de habla ver Rafael Echeverría, Ontología del lenguaje.
-
Berger y
Luckman escriben “la construcción social de la realidad”, sobre sociología del
conocimiento. Me parece que tiene interesantes alcances en el ámbito
organizacional.
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