Por estos días inicio el curso de gestión de recursos humanos
en el MBA, magister en administración de empresas de la Universidad Católica
del Norte sede Coquimbo (ver www.ucn.cl)
Normalmente voy modificando los capítulos del curso, agregando nuevos autores y
probando temáticas que creo son de utilidad para mis alumnos.
Este año estoy incorporando con mayor profundidad las
propuestas de Dave Ulrich, basado fundamentalmente en su libro “La propuesta de
valor de recursos humanos”. Ulrich es un viejo conocido en este campo, sobre
todo por su libro “Recursos humanos champions”, en el que describe los cuatro
roles de los profesionales de recursos humanos.
En dicho texto señala que los profesionales del campo, se
mueven por cuatro roles: defensor de los empleados, socio estratégico, experto
administrativo y agente de cambio, según se enfoquen en los procesos o las
personas o en lo estratégico o en lo operativo. Cada uno de ellos implica un
rol característico de la gente que trabaja en esta área.
En “la propuesta de valor” Ulrich parte señalando algo que no
por obvio no es menos cierto, lo primero que tienen que conocer los expertos en
recursos humanos son las “realidades externas del negocio”, es decir, conocer
el entorno tecnológico, económico, demográfico, regulador, etc. en que se
desenvuelven las empresas hoy día. Me parece especialmente interesante este
punto, ya que muchos expertos en recursos humanos desconocen o no le dan
importancia a este tema y por ello carecen de la debida perspectiva estratégica
a la hora de hacerse cargo de los temas de personas o no saben cómo estos
elementos externo afectan su gestión. Es interesante por ejemplo, considerar
como el desarrollo y cambio tecnológico está cambiando los perfiles de cargo o
como la mayor disponibilidad de personas educadas afecta las prácticas de
capacitación en las empresas.
Sigue Ulrich señalando que luego de conocer estas realidades,
los profesionales de recursos humanos deben identificar a sus stakeholders y
conocer las necesidades y requerimientos que tiene cada uno de estos respecto
de su trabajo. Esto me pareció valioso ya que los expertos en recursos humanos
no sólo trabajan para su cliente interno, también trabajan para los
propietarios, para los clientes, para los ejecutivos y para los empleados
comunes y corrientes. Cada uno de ellos tiene requerimientos específicos y es
bueno conocerlos. En este sentido también me sorprende mucho como algunas
personas que conozco en el área “se miran el ombligo” pensando que recursos
humanos es valioso por sí mismo, sin conectarlo con el negocio o sin conectarlo
con los clientes de la empresa y menos con la labor de los ejecutivos de línea,
sin tener una noción de cadena de valor o de actividades de apoyo.
En relación a los propietarios se enfoca Ulrich en como
recursos humanos agrega valor “intangible” a una organización. Esto lo tratamos
de alguna manera en el post http://lastreto.blogspot.cl/2015/10/el-capital-intelectual-activos.html. El foco que le da este autor, es
que lo intangible tiene que ver con la generación de capacidades. Ellas son las
habilidades, aptitudes y experticias colectivas de una organización, que
se traduce en competencias únicas, que le dan una ventaja competitiva. A juicio
de Ulrich estas capacidades son: talento, velocidad, pensamiento compartido,
responsabilidad, colaboración, aprendizaje, liderazgo, conexión con el cliente,
cohesión estratégica, innovación, eficiencia. Estas competencias son
desarrollables por la empresa y se traducen en ventajas reales en el mercado en
el que compite la empresa. Para ello los profesionales del área tienen que
tener alguna noción estratégica para poder conectar sus prácticas con los
resultados en términos de desarrollo de competencias y resultados posteriores
del negocio. Es interesante revisar el texto
donde Ulrich señala estos elementos
En relación a los clientes, dice Ulrich, es fundamental que
los profesionales de recursos humanos comprendan la propuesta de valor que
tiene una empresa para ellos y trabajen para que los empleados cuenten con las
competencias que hagan efectiva esa propuesta de valor. ¿Qué es lo que valoran
los clientes?, ¿por qué le compran a nuestra empresa y no a otra?. A partir de
ello que competencias requerimos desarrollar en nuestra gente para que los
clientes se sientan aún más satisfechos. Sin ir más lejos, se me ocurre una
anécdota del otro día en que me encontraba comprando un libro en Feria Chilena
del Libro y la vendedora me retó por tomar un libro de la vitrina, en vez de
acercarse y preguntarme que andaba buscando o mostrarme alternativas.
Evidentemente su comportamiento “desincentivó” mi compra con lo que la empresa
perdió una venta y recomendaciones de parte de un muy buen cliente.
Frente a los empleados, efectivamente, la gente del área
tiene que tener para ellos una propuesta de valor, que se traduzca en que los
empleados de cualquier organización quieran trabajar en ella y realizar sus
mejores aportes. Ello puede significar sistemas de retribución adecuados en
términos transaccionales, pero también sistemas de retribución “intrínsecos”
que hagan valioso para cualquier persona trabajar en la organización. Ello se
traducirá en visión, oportunidad, incentivos, impacto, comunidad, comunicación,
experimentación, en definitiva, que las personas sientan que es valioso
trabajar para esta empresa y realizar sus mejores aportes.
Y, finalmente respecto de los ejecutivos de una empresa, el
aporte de recursos humanos tiene que ver con diferenciar claramente las labores
de línea y las labores de staff. La política y gestión de recursos humanos la
realizan los ejecutivos de una empresa, allí es donde se juegan muchas
decisiones de contratación, retención, motivación, aprendizaje más que en las
prácticas del área de recursos humanos, que sirven de apoyo. Hace tiempo ya
publiqué un post respecto de este tema el que les invito a mirar en: http://lastreto.blogspot.cl/2013/07/los-tres-niveles-de-la-gestion-de-rrhh.html.
En este sentido, Ulrich enfatiza la
importancia de mostrar a los ejecutivos que los profesionales del área no son
puro sentido común, sino que hay un cuerpo de conocimientos que dan fundamento
a sus recomendaciones y prácticas.
Me pareció interesante mirar a los stakeholders, ya que
muchas veces los profesionales de recursos humanos están tan imbuidos en la
realización de prácticas o procedimientos que se les olvida mirar que estos se
realizan porque hay “interesados” en los procesos y que las acciones de
recursos humanos tienen un propósito, no son meros procedimientos sino que
tienen que “agregar valor” a clientes, propietarios, ejecutivos y empleados.
Creo incluso que Ulrich se queda corto con estos stakeholders, ya que uno
podría pensar en otros más: las autoridades públicas, los sindicatos, las
asociaciones profesionales, la comunidad, etc.
Luego de esto el texto aborda la gestión estratégica de
recursos humanos, la profesionalidad del área y el flujo de trabajo propiamente
tal, en el que diferencia flujos de información, flujos de personas y flujos de
desempeño. Se concentra en estos dos últimos, el primero como un ciclo que va
desde la incorporación a la desvinculación y el segundo, como un ciclo que a
desde la planificación a la evaluación del desempeño.
Sobre estos no profundizaré ya que son temas conocidos y abordados
con detalle por otros autores.
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