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lunes, 11 de octubre de 2021

Diez miradas del líder integral por Fernando Peiró.



El autor nos propone mirar el liderazgo desde diez puntos de vista o miradas: el líder como arquero, labrador, aviador, astronauta, maestro, futurólogo, arqueólogo, pastor, artista y constructor. Me ha parecido una bonita metáfora ya que indica distintos arquetipos posibles. Hace un tiempo atrás publiqué un bonito post sobre liderazgo y arquetipos basado en los trabajos de Carlos Sandoval, quien hablaba de reyes, magos, guerreros y pastores. También publiqué un post sobre los trabajos de Laura Fierro, donde hablaba de cuatro estilos guerreros: vikingos, mayas, espartanos y bereberes.

Según Fernando Peiró, la intención de incorporar estas miradas es observar la realidad desde otras perspectivas o panorámicas, pudiendo aumentar entonces el poder de decisión, ante la constante necesidad de encontrar soluciones a las circunstancias que surgen en el camino de la vida.

Así como hay otras aproximaciones al liderazgo, el acercamiento a través de estas “miradas” provee poderosas imágenes y metáforas que enriquecen nuestro vocabulario sobre el liderazgo y nos permiten hablarlo desde lo simbólico.

Interesante resulta también en el trabajo de Fernando Peiró su aproximación a la etimología de las palabras, así comprendemos mejor, en su origen lingüístico, que significa cada una de estas metáforas.

1 Líder como arquero:

La palabra arquero proviene del griego “arjé” que significa gobierno, jerarquía, principio, origen, representando todo aquello que es primero y singular.

El líder arquero fija su mirada en la meta sin distraerse, pone sólida atención en su propósito y es extremadamente rígido con todo aquello que lo desvía de su concentración. Mantiene la calma ante los obstáculos, sin dejar de focalizar el blando, adonde lanza la flecha con contundente fuerza y determinación. Su compromiso es entusiasmo y persistencia. Mira el entorno, lo investiga ya que de ello depende que su flecha dé en el objetivo.

2 Líder como labrador:

La palabra “labrar” viene del latín “laborare” que significa trabajar, realizar un oficio. El labrador, realiza las actividades del cultivo de la tierra.

El líder labrador prepara el terreno donde va a poner sus semillas. Para poder surcar entonces tiene que sacar piedras, remover la tierra, alisar el campo y luego hacer los surcos. Trabajar en la preparación del terreno significa observar el campo de acción, ver la maleza y sacarla, poner una a una las semillas, estar atento al crecimiento de las plantas, regarlas regularmente, observar las plagas y erradicarlas. El labrador cultiva la paciencia, invierte tiempo, forja la paciencia necesaria para echar raíces y nutrirse de la experiencia de la espera porque en el tiempo justo y preciso obtendrá sus frutos.

3 Líder como aviador:

Las palabras “avión”, “aviación” y “aviador” fueron creadas en Francia a fines del siglo XIX e inicios del siglo XX. Su origen proviene del latín “avis” que significa ave.

El líder aviador visualiza distintos planos o tableros del terreno, desde la perspectiva de su vuelo. Su mirada en altura le permite descubrir otras realidades. Tiene un amplio conocimiento del entorno, nota diferencias y similitudes, experimentando con mirada asociativa y relacional. El líder aviador requiere tiempo de entrenamiento, muchas horas de vuelo para demostrar pericia a la hora de hacer sus maniobras aéreas. Tiene una mirada de altura, se eleva lo suficiente para establecer las distintas apropiadas, para poder ver con mayor claridad las distintas realidades.

4 Líder como astronauta:

La palabra astronauta es una palabra compuesta que proviene del latín “aster” que significa “astro” o “estrella” y “nauta” que tiene como significado navegante. Un astronauta es un “navegante de estrellas”.

El líder astronauta observa la conformación de un sistema, observa el “todo”, la globalidad. Es un investigador con mirada holística. Cuenta con pensamiento sistémico, de poner una mirada de los patrones totales, para que el planteamiento de soluciones resulte con mayor claridad. Visualiza sucesos y cosas como un “todo”, entendiendo simultáneamente la “independencia” de todas las partes que componen esa totalidad. Dada esta concepción sistémica, tiene una actitud de apertura a los acontecimientos, contextos, ideas y situaciones, relacionando e integrando las experiencias, los conocimientos, las diferentes interpretaciones y deducciones.

5 Líder como maestro:

La palabra “maestro” proviene del latín “magistri” que es una composición idiomática derivada de “magis” que significa más y “stare” que se traduce como estar de pie, interpretándose como “el que está más alto”.

El líder maestro tiene el importante de trabajo de enseñar, dar señas, de dirigir, indicar caminos, a la vez que tiene el desafío de aprender de por vida. El líder maestro entiende las tres instancias de la formación: información, formación y transformación. El maestro tiene que renovar permanentemente el aprendizaje, lo que implica una actitud de desapego de viejas u obsoletas creencias del pasado, para dar paso a nuevos paradigmas, debe “desaprender” para aprender.

6 Líder como futurólogo:

La palabra “futurólogo” es una composición del latín formada por “futurus” que significa aquello que será y “logos” que se traduce como pensamiento, razón, conocimiento. Luego el “futurólogo” es quien busca conocer las razones que se evidenciarán en aquello que será, en el tiempo por venir.

El líder futurólogo es prospectivo, se proyecta al futuro para lograr comprenderlo y poder influir sobre este. Tiene la capacidad de viajar con su mirada al tiempo que vendrá, tomando como referencia  las experiencias presentes y pasadas, con el propósito de modificar los resultados. Es un previsor de los acontecimientos por venir. Visualiza cómo será el tiempo futuro, con las acciones que se llevan a cabo en el hoy, con la intención de acelerar aquellos sucesos positivos hacia el presente y de evitar o minimizar los futuros acontecimientos negativos. El líder futurólogo puede apreciar tendencias y proponer planes anticipados. Pronostica pero no adivina.

7 Líder como arqueólogo:

La palabra “arqueología” proviene del griego conformada por el término “arjé” o “arque” que significa origen, fuente o principio, idea griega que expresaba el principio de todas las cosas y por el vocablo “logos” que significa razón, estudio. Luego, el arqueólogo es aquel que va al encuentro del conocimiento en su origen esencial.

El líder arqueólogo se compromete a buscar el conocimiento de su pasado, para analizarlo y hacer consciencia de la vida. Realiza excavaciones que lo llevan al descubrimiento de las raíces o creencias, que le permitirán entender el porqué de comportamientos actuales y costumbres.

8 Líder como pastor de ovejas:

La palabra “pastar” viene del latín “pascere” que significa apecentar o alimentar con hierbas en el mismo terreno (pastus). El “pastor” es aquel que conduce a sus ovejas a ser alimentadas en los campos por donde transita.

El líder pastor dirige a sus ovejas a mejores pastizales. Tiene definido su destino y guía a quienes se encuentran en el grupo hacia el triunfo. Dedica su tiempo a las ovejas, protege el rebaño, lo alimenta con pastizales, calma su sed con agua y lo guía hacia lugares seguros. Es un entusiasta que brinda a sus ovejas la fortaleza necesaria para ayudarlas a superar los obstáculos que se presentan en el camino. Sabe que hay peligros que acechan como lobos o sequías. Es sencillo, humilde, manso, agradecido.

9 Líder como artista:

La palabra “arte” tiene procedencia de la voz latina “ars” que se aplicaba originalmente a todas las disciplinas del “saber hacer”, luego el termino comenzó a ser aplicado a aquellas disciplinas relacionadas con la estética, lo emotivo y la belleza. Un artista es quien es capaz de hacer bien las cosas, expresando la belleza en todas sus realizaciones.

El líder artista es creativo, reinventa, es un potencial generador de cambios y nuevas visiones. Es único e irrepetible dado el desarrollo de sus talentos. Vive asombrado por la belleza, la belleza simple y cotidiana de la vida. Es un visualizador que ve ideas nuevas en todas partes. Tiene espíritu de comunicador, ya que expresa sus emociones a sus semejantes. Está colmado de sensibilidad, se guía por sus intuiciones. Dispone de toda su energía para resolver problemas

10 Líder como constructor:

La palabra “construir” tiene su origen en la voz latina “construere” composición formada por “cum” que indica una relación de coexistencia, “junto a” y del verbo “struere” cuyo significado es “reunir”, “entrelazar”, “entretejer”. Un constructor es quien reúne elementos y arma o entreteje una obra con sólidos cimientos.

El líder constructor comienza su trabajo ocupándose primero de establecer bases firmes para edificar sus estructuras, por ello es “calculador” diseñando bien dichas estructuras y poniendo luego en marcha su edificación, ladrillo tras ladrillo. El líder constructor combina imaginación con lógica, la sensibilidad con los cálculos, la belleza con la firmeza y la practicidad con lo mágico. Es un creador de ambientes y paisajes. Quiere dejar un precedente de su existencia en el mundo, dejar una herencia, un legado.

 

Luego de revisar las diez miradas sobre el liderazgo no me queda más que preguntarme cuál me resulta más familiar, con cuál me siento más cómodo y, a la vez, cuál me es más lejana y con cuál me siento más incómodo. Creo que parte de la versatilidad del aprendizaje es incorporar aquellas metáforas que nos resultan más lejanas, pero más necesaria para el equipo con el que trabajamos y traerlas a la cotidianeidad del trabajo.

Me parece que también resulta útil mirar las metáforas del liderazgo en distintos ámbitos, cómo se comunica cada uno, cómo resuelve conflictos, como gestiona un equipo, cómo mira los problemas y toma decisiones.

Bonitas metáforas que podemos seguir desarrollando y aplicando al ámbito del liderazgo y del coaching. 

miércoles, 24 de marzo de 2021

Peter Senge, nuevos roles del líder como diseñador, maestro y mayordomo

 


He citado a Peter Senge en este blog varias veces con anterioridad. A propósito de “La Quinta disciplina, de la “Danza del cambio y “El elogio del líder incompleto”. Ahora mismo tengo en mi escritorio “La Quinta disciplina en la práctica” para leerla en este periodo de cuarentena que nos encontramos.

Por ello que quisiera comentar un texto que encontré en https://sloanreview.mit.edu/article/the-leaders-new-work-building-learning-organizations/ escrito por Senge el año 1990 y que, si bien puede ser algo antiguo ya mantiene la actualidad de este autor, en cuanto a rescatar las ideas de aprendizaje organizacional, de crítica al liderazgo heroico, de tensión creativa y los nuevos roles de líder.

Senge propone la importancia que comprender como las organizaciones aprenden y aceleran el aprendizaje, necesidad cada vez más importante en un mundo cambiante y complejo. Esto lo lleva a distinguir el aprendizaje adaptativo del aprendizaje generativo. El primero relacionado solo con ajustarse a un mundo ya existente, en cambio el segundo, enfocado en desarrollar nuevas formas de mirar el mundo, centrado en expandir capacidades.

Creo que la idea de aprendizaje generativo sigue siendo muy potente. Aprendemos todo el tiempo y a cada rato y en este mundo VUCA que nos toca vivir se vuelve aún más relevante. Pero, no se trata solo de aprender para adaptarse a lo que ya existe, sino que se trata de aprender a aprender, de cambiar nuestros paradigmas, de mirar el mundo de otra manera. Además, no se trata sólo del aprendizaje individual, sino que se trata de generar aprendizajes compartidos, colectivos, aprendizaje organizacional.

Por otro lado, Senge critica la noción de liderazgo heroico tan predominante en nuestro paradigma del liderazgo que ve al líder como una persona especial, excepcional, que marca la dirección, toma decisiones claves, es capaz de tener una estrategia inspirada, energiza a los demás.

Ahora mismo estoy viendo una serie en netflix, muy popular, “New Amsterdam” donde se cuenta la vida del Director médico, una serie rápida, entretenida, pero, un líder heroico, que se las sabe todas, que no participa de reuniones, que no conversa de trabajo con nadie, que llega y el primer día despide a todos los cirujanos cardiacos y salva vidas por todos lados. Claro que tiene sus dolores, pero ellos no le hacen mella en ser el “superdoctor”

Es una fantasía, existe gente inteligente y con personalidad carismática y atractiva por supuesto. Pero y, eso es lo interesante, los hospitales y cualquier organización no se mueve solo por ello. Sino que por conversaciones, por acuerdos, por negociaciones, donde participa mucha gente. El liderazgo es un fenómeno que emerge en la dinámica social, no es un fenómeno individualista, de personas iluminadas.

En este sentido, Senge propone que la tarea del líder es generar tensión creativa, lo que significa gestionar una brecha entre la situación actual y la visión. No basta la visión, tampoco basta la pura realidad actual. Es una tensión entre ambas.

Los líderes que conducen con la tensión creativa consiguen mucha energía a partir de esta yuxtaposición, lo que queremos crear v/s la realidad actual. Esto es lo que moviliza a los equipos.

Dado entonces estas precisiones, la crítica al liderazgo heroico y la importancia de generar tensión creativa, propone Senge que emergen nuevos roles para los líderes, alejados del rol tradicional como el “jefe delos disparos”. Estos roles son:

1.- El líder como diseñador.

Se trata de un rol que ocurre detrás de la escena, cumplir una función de “arquitecto social”, un rol cuyos resultados aparecen en el futuro, un trabajo silencioso que no “cuadra” con aquellos que quieren controlar, ganar fama o estar en el centro de la acción.

¿Qué significa diseñador?, Senge propone tres significados distintos. El primero es diseñar las ideas que gobiernan el propósito, la visión y los valores fundamentales por los cuales las personas vivirán. El segundo es diseñar las políticas, estrategias y estructuras que traducen las ideas de orientación en decisiones de negocios. Y, la tercera es generar procesos de aprendizaje efectivos.

Este rol del líder me lleva a pensarlo como alguien reflexivo, orientado a lo importante en vez de lo urgente, conversador con los demás, propositivo pero, sobre todo, lejano al líder “bombero” que le gustan la adrenalina, los aplausos y las crisis.

2.- El líder como maestro.

Este segundo rol del líder no tiene nada que ver con la idea del líder como “experto autoritario” que enseña la visión correcta de la realidad. Se trata de estimular a todos en la organización a contar con una visión más profunda de la realidad actual, realizando para ello tareas de entrenamiento, guía, facilitación. Hoy podríamos decir de “coaching”

Este rol de maestro implica dice Senge, “traer a la superficie los modelos mentales de las personas sobre temas importantes”, los que suelen ser tácitos y tener un gran efecto en la organización. Al tocar estos modelos mentales aparecen nuevas posibilidades respecto del futuro.

A su vez, traer a la superficie los modelos mentales implica comenzar a ver acontecimientos, patrones y explicaciones sistémicas. Estas últimas son las importantes de ver.

Creo que, de nuevo, la invitación de Senge es que el líder se vea a sí mismo como una persona que estimula conversaciones más profundas, donde no se atacan puros síntomas, sino que se desarrolla una comprensión más profunda del mundo, de la estrategia y “del negocio”.

3.- El líder como mayordomo.

Senge propone que este es el rol más sutil del liderazgo, es una “cuestión de actitud”, la que es crítica para el aprendizaje organizacional.

Este sentido de líder como mayordomo, dice, opera en dos niveles: El primero es para las personas que lideran y el segundo es para el propósito o misión más grande que subyace en la empresa.

Respecto del primero es tener claro el impacto que produce el liderazgo en los demás, hacerse responsable del impacto que tienen los líderes, el que puede ser negativo en muchas ocasiones o positivo cuando se tiende en cuenta que en organizaciones de aprendizaje las personas son más vulnerables al haber un sentido de compromiso y propiedad compartida.

Y, respecto del segundo, sentirse parte de un propósito mayor que va más allá de la organización, formar parte de un propósito más poderoso, que los esfuerzos producirá organizaciones más productivas, capaces de lograr mayor éxito y satisfacción personal.

Entiendo que esta rol de mayordomo para Senge tiene que ver con cuidar a los equipos y con tener un sentido importante de propósito. Me recuerda ese cuento medioeval en que le preguntan a una persona que está haciendo y dice “picando piedras”, en cambio, cuando le preguntan a otro, dice “construyendo una catedral”. En ambos casos están motrizmente haciendo lo mismo, pero significativamente, realizando trabajos muy diferentes.

El autor concluye el texto invitando a construir nuevas habilidades de liderazgo, tres en concreto: construir visión compartida, desafiar modelos mentales y participar en el pensamiento sistémico, habilidades sobre las que se extiende profundamente en La Quinta disciplina por lo que no profundizaré en aquellas.

Cada vez me parece más poderosa la idea de cuestionar los liderazgos heroicos, aunque sean populares en las series de televisión y en el imaginario popular, el liderazgo es un fenómeno compartido, de equipos de personas que impulsan proyectos, de equipos de personas que generan una visión, de equipos de personas que movilizan a otras tras un determinado resultado. Por eso que Jesús convocó a sus doce apóstoles para cambiar el mundo.