Libro difícil de procesar ya que
contiene muchas ideas complejas que requieren reflexión y decantamiento, lo que
además se me ha hecho difícil ya que escapan a los enfoques que leo habitualmente,
menos cercanos a perspectivas que podría llamar, con ingenuidad,
transpersonales.
Comienza señalando su opinión que
el mundo ha cambiado mucho en los últimos años y nos encontramos en un umbral,
un umbral personal, relacional, institucional, global. La idea de umbral es
interesante pues como señala el autor, implica por un lado un precipicio, un
lado de nuestro yo que se asoma al abismo y otro lado, el emergente, que se
conecta con un futuro que quiere emerger. Somos ambos yos al mismo tiempo, uno
aterrado con los ojos puestos en el abismo y el que ya opera desde el campo del
futuro, “porque el futuro ya está aquí”.
A juicio del autor, entre finales
de los 90 y la actualidad está ocurriendo un despertar global, un movimiento de
las personas, las relaciones y la conciencia. Según Scharmer estos cambios
tienen que ver con cinco observaciones que, a su juicio representan cinco
dimensiones de un cambio más penetrante que está transformando el mundo. Dichas
observaciones son: auge del mindfulness y la espiritualidad, aumento de la
disrupción, aumento de la ausenciación, inversión institucional y activación de
los campos sociales globales.
Algunos de estos conceptos me
parecen conocidos como el tema del mindfulness, el que para mí hasta ahora se
parece más a una suerte de moda, incluso comercial, que a una autentica
búsqueda espiritual, casi como una técnica de relajación en el mundo laboral
caótico en que se desenvuelven muchas personas. Parece que no es así y Scharmer
lo ve como un proceso de estar más atento a las experiencias y a la vez prestar
atención a la propia atención. Describe esta práctica como central en varios
ámbitos profesionales: ciencia cognitiva, salud, educación y liderazgo.
Los otros conceptos me parecen
mucho más desconocidos y la vuelta para entenderlos es más larga por lo que desde
ya recomiendo leer el libro para poder profundizar en ellos.
Vivimos en una época de crisis
Para Scharmer vivimos una época
de crisis. Cita a Havel quien dice “creo que existen buenas razones para
sugerir que la era moderna ha terminado”. A su juicio, esta crisis se
manifiesta en forma de tres grandes divisiones: la división ecológica
(desconexión entre el yo y la naturaleza), división social (desconexión entre
el yo y el otro) y división espiritual (desconexión entre yo y el yo).
“La crisis revela que están
muriendo la estructura social antigua subyacente y una manera de pensar, la
forma antigua de institucionalizar y de representar unas formas sociales
colectivas”. En todas partes creamos colectivamente resultados que nadie quiere
y, además, los responsables de tomar decisiones clave no se sienten capaces de
cambiar el curso de los acontecimientos de manera significativa. Según Scharmer
las estructuras que se desmoronan están construidas sobre las fuentes tradicionales
pre modernas e industriales modernas. Ambas han sido exitosas en el pasado pero
en la época actual se desintegran. Hace un tiempo atrás cité en este mismo blog
los trabajos de Laloux
quien describía algo similar y proponía como hacerle frente a estos cambios
desde las organizaciones.
¿Cómo se puede hacer frente a
estos cambios?. Según el autor lo que está emergiendo es una nueva forma de
presencia y de poder que empieza a crecer espontáneamente desde pequeños grupos
y redes de personas y a través de ellos. Es una “calidad de consciencia y
conexión distinta, una manera diferente de estar presente con los demás y con
aquello que quiere surgir”. Se manifiesta a través de un cambio en la calidad
del pensamiento, en las conversaciones y la acción colectiva.
Según Scharmer frente a la crisis
se pueden escuchar tres posturas:
1 Activistas de volver al pasado. Esta es la idea de los movimientos
de estilo fundamentalista que a veces incluso se asocia al resurgimiento de formas
antiguas de religión.
2. Defensores del statu quo. Sigamos haciendo lo mismo, así salimos
del paso. Esta es la idea de base del materialismo científico contemporáneo.
3. Promotores del cambio transformacional individual y colectivo. Buscan
una manera de sintonizar con nuestra mejor posibilidad futura y empezar a
funcionar desde ese lugar. Esta es, obviamente, la posición del autor del
libro, quien cree que este cambio ya está en marcha. El libro describe una
tecnología social de cambio transformacional que permita a los líderes
responder a los retos existentes.
Estoy de acuerdo que el mundo ha
cambiado dramáticamente en los últimos años y que hoy vivimos en un mundo
completamente distinto del mundo de hace 20, 50, 100 o 1000 años atrás. Creo
que en muchos aspectos este cambio es disruptivo con respecto al pasado pero no
estoy tan seguro que ello no haya sido así antes mucha veces y como seres humanos
nos hemos ido adaptando, a veces más fácil a veces más difícil.
También estoy de acuerdo en que
la opción de muchos de volver al pasado y “restaurar” prácticas o creencias
antiguas no sólo no tiene valor sino que es inaplicable ya que a todos nos resulta
difícil renunciar a las conquistas logradas con la evolución económica,
tecnológica, educativa o social. Un ejemplo de ello es lo que ocurre hoy con
los cambios en los roles de género. Estoy seguro que las mujeres no quisieran
volver atrás a una época dominada por los hombres, con pocos derechos y roles
centrados en el hogar y la familia. Eso no tiene vuelta atrás. No creo que la
historia sea lineal, cualquier futuro es posible, pero una vez que se logran
ciertos estándares es difícil volver atrás.
No tengo tan claro que la
transformación que va a venir vaya a tener tantos tintes espirituales o de
consciencia como los que Scharmer anuncia. Es posible, pero no tengo certeza
que así pueda ser, de hecho es muy posible que sea cualquier cosa, desde
paraísos más utópicos hasta desastres o extinción masiva.
El punto ciego
A juicio del autor, trabajando
con muchas personas, ha descubierto que existe un punto ciego, el lugar en el
que se origina nuestra atención y nuestra intención. “el lugar desde el que
funcionamos cuando hacemos algo” y es ciego, porque se trata de una dimensión
invisible de nuestro campo social habitual. No vemos desde donde vemos. El
punto ciego tiene que ver con que no podemos ver la fuente desde la que
actuamos.
La reflexión del punto ciego se
aplica a las ciencias cognitivas (Varela), a las instituciones, a la sociedad,
al aprendizaje y al liderazgo. Dice Scharmer, “creo que el principal problema
de nuestro tiempo tiene que ver con que nos damos de bruces con nuestro punto
ciego en todos los niveles del sistema. En todos estos sistemas nos enfrentamos
al mismo problema: no podemos lograr los retos que tenemos a mano si no somos
conscientes de nuestro punto ciego y cambiamos el lugar interno desde el que
actuamos”.
A partir de esta idea se propone
el diseño del libro, el que pretende: (1) aportar una clave, una gramática del
campo social que desbloquee el punto ciego (esta viene siendo la teoría U), (2)revelar
cuatro metaprocesos fundamentales que subyacen tras los procesos colectivos de
creación de realidad social momento a momento,
que son: pensamiento, conversión, estucturación y conexión y (3)
describir una tecnología social (veiticuatro principios y prácticas) de la
libertad que ponga en práctica este
enfoque mediante una serie de principios y prácticas de presenciación, los que
se pueden presentar como cinco movimientos que siguen el trazo de la U.
Los movimientos son:
1 Coiniciación: Escuchar a los
demás y lo que la vida nos llama a hacer.
2 Copercepción: Ir a los lugares
de mayor potencial y escuchar con nuestra mente y nuestro corazón bien
abiertos.
3 Copresenciación: retiro y
reflexión, permitir que emerja el conocimiento interior.
4. Cocreación: crear el prototipo
de un microcosmos de lo nuevo para explorar el futuro haciendo.
5. Coevolución: desarrollar
ecosistemas de innovación iendo y actuando desde el todo emergente.
Como toda nueva mirada respecto
de cualquier cosa acostumbrarse al lenguaje y sus nuevos significados es un
aprendizaje, por eso muchos de los términos que usa el autor o son derechamente
nuevos o tienen significados que aprender para quien no está familiarizado con
ellos.
No creo que el futuro esté
escrito en ningún lado y que por lo tanto tengamos que “conectarnos” de alguna
manera con él. El futuro es algo que construimos día a día de manera individual
y de manera colectiva, como familias, empresas, ciudades, países o el mundo, a
otro nivel.
Si estoy de acuerdo, como lo
decía Einstein en que “Los problemas no se pueden solucionar en el mismo nivel
de conciencia en el que fueron creados”, por lo que muchos de los problemas
actuales tienen que ver con mirar el punto ciego, los paradigmas, los modelos
mentales desde los que fueron creados y luego mirar otro paradigma o modelo o
fuente que permita re observarlos y hacerse cargo de ello. No sé si ello
implica mirar con más “consciencia” o más “presencia” como diría Scharmer, pero
si entiendo que tienen que ver con mirar desde otro lado, lado que no conocemos
cuando miramos desde el mismo lado de siempre. Ello nos asusta, nos sorprende,
nos produce curiosidad u otras emociones, sobre todo cuando precisamente no
hemos estado allí.
Muy inspirador, libro para leerlo
de nuevo varias veces y seguir aprendiendo y reflexionando sobre como la
gestión se puede mirar desde tantos lados distintos.