Buscando un libro para leer en el último
viaje, encontré este libro que tenía guardado. Escrito por Warren Bennis, me acuerdo de haberlo comprado
hace muchos años, pues el titulo me había parecido muy sugerente, ya que se
pueden “arrear” muchos animales, pero no se me ocurriría pensar en “arrear”
gatos, ya que cuando pienso en estos, se me ocurre que cada uno va para su
lado, si es que quieren ir a algún lado, dirigidos por alguien.
Y, creo como metáfora, el autor nos da una
pista interesante sobre las personas y su relación con el liderazgo, al igual
que los gatos, las personas siguen a los líderes, si es que se sienten
queridas, valoradas, inspiradas, entusiasmadas.
En el capítulo 13 habla del liderazgo
creativo y destaca las seis cosas que hacen los líderes:
1.- un líder crea una visión precisa. Para
liderar primero hay que crear una visión compartida y luego traducir esa visión
en acción. Los líderes inspiran y capacitan, más que apremiar influyen.
2.- un líder crea un clima de confianza. La
confianza no proviene de una acción técnica sino que de la personalidad del
líder. Para crear confianza se necesitan tres cosas: competencia; congruencia y
constancia. Competencia significa que
sabe lo que hace; congruencia indica integridad, lo que dice es congruente con
lo que hace, lo que coincide con lo que piensa y con su visión.
3.- un líder crea un propósito. El propósito se
crea cuando el líder crea un ambiente donde se le recuerda al personal lo que
es importante, de ese modo contribuye a definir la misión de la organización y
los modelos de conducta que conducirán la organización hacia esas metas.
4.- un líder genera éxito. Los líderes
manejan el fracaso de distintas maneras, los líderes aprovechan el error como una oportunidad de aprendizaje. De ese
modo transmiten un mensaje, que no hubo fracaso, sino que errores que nos dan información
y nos dicen que podemos aprender.
5.- un líder crea un ambiente propicio y
alentador. Los buenos líderes hacen sentir a las personas que están en el
centro de las cosas, no en la periferia y por eso piensan que son importantes
para el éxito de la organización. De ese modo, el personal se siente
considerado y esto le da un sentido a su trabajo.
6.- un líder crea sistemas y organizaciones
planas, flexibles, adaptativas y descentralizadas. En estos tiempos de crisis
de los modelos jerárquicos, necesitamos un liderazgo que profundice el
conocimiento, la creación y la capacitación.
Por otro lado, el autor señala tres maneras
de anular el liderazgo creativo. Ellas son:
1.-Enfatizando
la administración en lugar de la creatividad.
Muchas empresas están muy bien administradas,
pero deficientemente lideradas. Se manejan bien las tareas de rutina, pero
nadie se pregunta si es lo que se “debería” hacer. El trabajo rutinario sofoca
la creatividad y el cambio, pero hay una conspiración inconsciente para
sumergirnos en la rutina y evitar las cuestiones difíciles.
2.-
Insistiendo en la armonía y la pseudoconformidad.
La unanimidad conduce al estancamiento. Las
personas que ven las cosas diferentes son vitales para el cambio y la adaptación.
Todo líder necesita un bufón para desafiar lo que es sagrado y ver que las
cosas se pueden hacer de otras (mejores) maneras.
3.- premiando
a los ejecutivos destructivos.
Se puede premiar a los líderes ambiciosos y
con destrezas, pero si además se premia a los que no tienen integridad se destruye el liderazgo creativo.
Cuando hice mi MBA tuve un profesor, Harsha
Desai, con el que aprendí mucho sobre estrategia, pero lo que más recuerdo es
verlo siempre con un libro bajo el brazo, leyendo. Y recuerdo haberle escuchado
decir que no perdía oportunidad de leer
en los aviones, aeropuertos, antes de clases, lo que fuera, que siempre había tiempos
muertos que se podían aprovechar leyendo.
A propósito de Harsha, creo que este libro
tiene algunas ideas inspiradoras, que confirman lo que otros autores sobre
liderazgo ya han señalado, como muchas veces no se trata sólo de destrezas
técnicas sino que de una actitud, una orientación hacia las demás personas, de
aprender, de inspirar, de ser coherente entre el discurso y la acción.
Por otro lado, que suele haber prácticas
organizacionales que desincentivan la aparición del liderazgo, como la búsqueda
de falsa armonía y pseudoconformidad y dedicarse a tareas rutinarias sin
preguntar si ellas agregan valor, tienen sentido, hacer por hacer, sin preguntarnos
por el significado o valor de lo que hacemos.
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