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lunes, 11 de mayo de 2015

Coaching Ejecutivo: Matriz de significado y desempeño


Y sigo dedicado a estudiar coaching ejecutivo. Esta semana voy a Buenos Aires al tercer módulo del programa. Repasando lo aprendido en las últimas sesiones quiero destacar una herramienta que me ha hecho mucho sentido, se trata de la matriz de significado y desempeño.

Es, como dice mi profesora Laura, una buena herramienta para explorar con el coachee el lugar donde comienza el proceso de coaching y el lugar donde se quiere llegar.

Fue creada por Michael Hall, quien propone que nos podemos mover a largo plazo por esta matriz para desarrollarnos y mejorar el desempeño. Tiene dos ejes, el eje del significado y el eje del desempeño.



El primero, tiene que ver con los factores internos que mueven e inspiran al coachee. Yo diría que se trata del “relato”, la “narrativa” que ha ido construyendo y que le sirve de “cuento”, “inspiración”, “marco de referencia” para darle intención a lo que hace. Esta dimensión se refiere a sus motivos. Este eje es, como dice Laura, un “motor interno” que le da sentido a la acción y es crucial tenerlo presente en todo un proceso de coaching, pues nos permite saber que mueve al coachee para confirmarlo, enriquecerlo, respaldarlo o, derechamente, proponerle otros marcos que le sean más útiles.

La segunda dimensión, el eje del desempeño, está enfocado a la acción. Tiene que ver con las actividades, experiencias, habilidades y resultados que se obtienen al hacer el trabajo. Esta dimensión tiene un foco externo hacia los comportamientos que realiza el coachee. En las conversaciones de coaching ejecutivo aparece cuando se habla con el coachee de las acciones que realiza, como es la calidad con que las ejecuta, qué relación tienen con sus resultados, etc. Creo que el trabajo con estos coachee es trabajar sus cuentos, ayudarles a crear narrativa para darle sentido a lo que hacen.

Es bonita la matriz, pues hay clientes que están excesivamente enfocados en uno de los dos ejes con déficit en el otro. Es así como aparecen los soñadores y los trabajólicos. La condición ideal es la del cuadrante IV, lo que el autor llama “flujo de auto actualización), que se logra agregando más sentido y significado y llevándolo a la acción.

Los soñadores son personas que viven en el eje del significado, son personas que tienen grandes sueños, visiones y valores para crear significado y sentido, gustan de soñar, diseñar, imaginar, crear, planificar. El problema es que no pasan a la acción o esta es muy débil con lo que nunca logran que se materialicen sus sueños, por lo que pueden vivir en un mundo de fantasía, desconectados, sin impacto.

En una ocasión trabajé en una organización donde me tocaba ir a reuniones casi todas las semanas, largas reuniones los miércoles de tres de la tarde a…bueno sin hora de término. Era un equipo de soñadores. Grandes proyectos, grandes conversaciones de posibilidad, cero acción, lo que generaba a la larga malestar, frustración y desencanto.

Los soñadores necesitan ser capaces de pasar a la acción, aunque sea mínima, de modo que puedan plasmar sus sueños y planes en acciones concretas. Me suenan para ellos, las palabras materializar, concretar, hacer. Mirado desde la taxonomía de conversaciones les faltan conversaciones para la acción, pedir, ofrecer, prometer y luego, hacer para cumplir.

Los trabajólicos son, por el contrario, personas enfocadas fuertemente en la acción. Los trabajólicos sólo viven en el mundo de la acción, prácticos, buenos ejecutores, llenan sus horas con una y otra actividad. En una jerga psiquiátrica pueden ser compulsivos, hacer por hacer. Estos necesitan hablar del significado, del para que hacen lo que hacen. En la taxonomía de conversaciones de Echeverría tienen muchas conversaciones de coordinación pero les faltan las de posibilidad.

Conozco trabajólicos en mi mundo, quienes ocupan largas horas de su vida dedicados a hacer lo que haya que hacer, a veces con grandes costos personales y familiares, ocultando insatisfacción y vidas vacías, hasta que un quiebre o una crisis los hace preguntarse para que hacen lo que hacen, para que invierten tanto tiempo de sus vidas en algo que no los satisface o en algo que nunca se han preguntado si sirve para algo.

Me ha gustado esta matriz, creo que puede ser útil para quienes trabajan en este campo, puede permitir abrir conversaciones, puede permitir mirarse y ver donde tenemos espacios para trabajar, nosotros como coaches y con nuestros clientes.

Como decía al principio, me apronto a viajar a mi tercer módulo y espero volver con nuevas herramientas tan útiles como la que acabo de presentarles.