Segundo
trabajo de Enrique Sacanell que comentamos en este blog, el anterior fue sobre El
arte de las conversaciones difíciles.
Comienza clarificando
que entiende por equipo. En su concepción, los elementos que definen un equipo
son tres: (1) un grupo de personas, (2) con una tarea en común, (3) que no
puede acometerse de manera individual, por lo que necesariamente tienen que
interactuar entre ellas.
A partir de
esta definición señala que una cosa distinta es si esta interacción está bien
sistematizada y organizada de forma eficiente o se basa en la improvisación y
la ausencia de organización, lo que indudablemente influirá en la calidad del
funcionamiento del equipo y en sus resultados, pero en el caso que se trate de
un equipo deficiente eso no lo convierte en un simple grupo, sino que solo en un
mal equipo.
La clave
entonces para decir que existe equipo, para diferenciarlo de un grupo, es si
existe una tarea en común que requiera de la interacción de las personas. Si
esa interacción no es necesaria estamos en presencia de un grupo. Si es
necesario el trabajo compartido, lo quieran o no los integrantes del equipo, se
definan o no como equipo, lo son.
Me parece que
la definición dada por Enrique es valiosa porque al considerar de esa forma a
un equipo se puede hacer entonces la distinción respecto de si funciona mejor o
peor. Es un equipo si cumple con la condición de tener una tarea común que no
puede ser lograda de manera individual, sino que necesita la interacción de sus
integrantes. Otra cosa es si funciona bien o mal, si se coordinan mejor o peor,
si logran la realización de esta tarea con mayor o menor costo económico,
emocional, etc.
Esto abre un
tremendo espacio para el desarrollo del equipo, de manera que pueda realizar su
cometido con mayor calidad, menor costo, mayor rapidez, mayor satisfacción,
mayor eficiencia y cualquier otra categoría que consideremos relevante.
Tengo una sola
observación a la definición de Enrique y es que me parece que mas que concentrarse
en la tarea el foco debiera estar puesto en el objetivo o resultado que el equipo
debe alcanzar ya que la tarea puede variar, aunque el objetivo permanezca, por
lo que hablaría más del propósito compartido – objetivo - resultado que de la
mera tarea.
Luego de
revisar el concepto de equipo, analiza la noción de equipos virtuales, de equipos
de alto rendimiento, el proyecto Aristóteles de Google y otros conceptos más
para plantear la idea central del libro, lo que caracteriza a un equipo son sus
conversaciones y la cantidad y calidad de aquellas determina su éxito.
Los equipos
se dedican todo el tiempo a conversar, a veces en reuniones de todo el equipo,
a veces en foros reducidos y a veces entre dos personas del propio equipo. Dice
que “conversar en equipo no es igual que conversar individualmente” ya que “cuando
hablamos ante un grupo de personas se amplifica lo que decimos, no sólo por la multiplicación
de interlocutores y con ello de interpretaciones y emociones, sino también por
la vivencia que supone experimentarlo en grupo”
Los integrantes
de un equipo son diversos y de ahí se deriva una diversidad de estilos de
relación y comunicación, por ello es crucial conocer estos estilos y
desarrollar prácticas conversacionales efectivas, considerando los estilos.
Para conocer más de estilos individuales sugiere revisar el libro de Brinkman y
Kirshner “como tratar con gente complicada” que espero tratar en otro post.
Finalmente, y
esto es lo profundo del trabajo de Enrique, realiza una taxonomía de
conversaciones que solo mencionaré y que dejo para que lean el libro. Las clasifica
en conversaciones del día a día y conversaciones para potenciar al equipo.
Conversaciones
del día a día:
Conversaciones
básicas en las reuniones: seguir, informar, decidir, debatir.
Conversaciones
de fijar expectativas y feedback.
Conversaciones
de límites, peticiones y malas noticias.
Conversaciones
rituales.
Conversaciones
para potenciar al equipo:
Conversaciones
de liderazgo y transformación.
Conversaciones
de autodiagnóstico.
Conversaciones
de alineamiento.
Conversaciones
en torno a la tarea y al desempeño.
Conversación
en torno a las relaciones.
Para cada
conversación propone esquemas, distinciones, recomendaciones y creo que pueden
ser de la máxima utilidad para quienes lideran equipos y para quienes como
consultores apoyamos a equipos en su desarrollo.
Sin ir más
lejos la otra semana me toca trabajar con un equipo, la directiva de un
sindicato que se prepara para negociar con su contraparte y necesitan
fortalecer su integración como equipo, usaré las distinciones entregadas por el
libro de Enrique y así los apoyaremos en su objetivo.
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